El francés de 2 metros 24 centímetros y 19 años con una combinación de talentos que lo hacen único en la historia. Su vida, el análisis de su juego, el impacto deportivo-económico en la NBA y el especial plan integral que sigue hace tres años para responder en lo físico, la duda de algunos especialistas.
Por infobae.com
Esta noche, los Spurs cumplieron con los formalismos y eligieron a Victor Wembanyama en el puesto N° 1 del draft de la NBA que se realizó en Nueva York. Automáticamente, se cree que la franquicia pasó a valer 500 millones de dólares más. Esa es la importancia y la expectativa que generó este diamante en bruto que hace años es seguido por los especialistas del básquet mundial como un Fenómeno de la Naturaleza que puede dominar el deporte.
Algo similar sólo pasó hace 20 años, cuando LeBron James, tal vez el mejor jugador de la historia del secundario en USA, anunció que daría el salto directamente a la NBA con apenas 18 años. Aquella vez se generó una fiebre tal que varios partidos se transmitieron por el sistema pay per view y los Fighting Irish de St. Vincent-St. Mary tuvieron que cambiar de estadio para permitir la asistencia de la TV y hasta de personalidades en su afán de ver en vivo al jugador que “estaba destinado a marcar una nueva era”, como repetían en aquel 2003. Ahora pasa algo similar pero, con esta nueva era de las comunicación, el boom se produce a otra escala.
Aquello del Rey fue básicamente a nivel nacional, ahora la expectativa es mundial, porque este chico es francés y tiene un combo que nunca se vio antes. Wemby, como le dicen, es un unicornio, esa nueva clase de jugadores sumamente altos, en este caso de 2m24, con una gran envergadura (2m50 con los brazos abiertos), una impactante versatilidad y destreza física para hacer de todo en la cancha, incluidas cosas que sólo le vemos a jugadores de 30 centímetros menos, y algunos intangibles, como su profesionalismo, disciplina, competitividad e inteligencia, que le auguran un rápido impacto en la liga y un futuro de dominio a nivel mundial.
Este combo ya tiene dueño: los Spurs ganaron a la lotería del draft hace 40 días y realmente se sacaron la grande. Un evento que siempre es importante porque define el futuro inmediato de la franquicias -a grandes rasgos, las que más perdieron en la temporada seleccionan primero para fortalecer sus equipos con los mejores talentos del país y del mundo-, aunque este año alcanzó ribetes de histórico porque el premio era demasiado grande, en todo sentido, desde lo deportivo hasta lo económico. Y esta vez se lo quedó el equipo de Gregg Popovich, hecho motivante para que uno de los mejores coaches de la historia, de 74 años, se quede un tiempo más en la franquicia que tanto potenció.
Los Spurs, ante las dudas que plantea el coach sobre su continuidad, ya le puso sobre la mesa el mejor contrato de la historia para un entrenador: 42 millones por tres años (opcional para el DT en años 2 y 3). “Siempre y cuando decida regresar”, aclararon desde la franquicia, esperando la última palabra de Pop. Parece difícil que el mítico coach, piedra basal del éxito de los Spurs en estos 27 años que lleva al frente del equipo (cinco anillos y un combo de prestigio-fama mundial para la franquicia y ciudad), no se motive con la llegada de Victor, un talento único. A Pop le gusta formar tanto como competir y acá tiene algo muy especial. Y su lado tiene un equipo que él mismo armó para ayudarlo, incluyendo a nuestro Manu Ginóbili, quien se encarga de evaluar y trabajar en la técnica individual de algunos prospectos. A Wemby tiene algunas cositas para enseñarle… San Antonio viene de ser el segundo peor equipo de la temporada (récord de 22-60) pero era esperable. Pop se dedicó a acumular talento joven por si le tocaba Wemby.
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