Existe en los círculos internos de las organizaciones políticas, un vacío de contenidos, alimento para la construcción de las propuestas de la Venezuela del mañana, la Venezuela pujante, la Venezuela en que sueñan las familias venezolanas. Al salir de este círculo del activismo político, hay elementos y circunstancias q motivan su construcción.
El alma de las organizaciones políticas, que está sustentada en los sueños, fue desapareciendo a lo interno y a los ojos del ciudadano y, por ende, el Ángel de la Guarda de los venezolanos y de las organizaciones políticas, que custodia la esperanza del pueblo venezolano, resulta afectado por la incredulidad. Si no hay un contacto regular y permanente con la gente que es a la cual nos debemos, porque nuestra vocación es pública, no tenemos la empatía para la visión prospectiva. De esta manera no se produce la retroalimentación deseada entre los líderes políticos y las personas.
Yo recuerdo que en los inicios del pontificado el Papa Francisco hizo un llamado para que la Iglesia Católica, en vez de reunirse en lugares cerrados tenía la necesidad de ir a la calle a predicar el Evangelio. Pues bien, nosotros tenemos que ir a la calle a llevar la palabra de la unidad, a renovar los sueños y dar valor a la venezolanidad, porque es algo muy importante, aspecto que por cierto le recordó el máximo líder del partido Bandera Roja, Gabriel Puerta Aponte, a Freddy Superlano en fecha reciente, aunque este último doy fe que la tiene muy presente.
Esa es la gasolina para el sustento de la esperanza que es lo que da la fuerza para que haya constancia y organización en procura de los objetivos que se tienen.
En Venezuela el sistema lo que ha provocado es una profunda desigualdad, fruto de la inmensa corrupción que hay. La corrupción alimenta a un pequeño segmento de la población y ahí se producen las desigualdades profundas.
Todo lo anterior tiene que ver con algo que aprecié y que vale la pena comentar sin ser un tema político de fondo ni nada que se le parezca, porque simplemente podemos catalogarla como una vivencia. Cuando acompañamos al candidato Superlano a la zona popular El 70 de El Valle en Caracas y empezamos a bajar para llegar a la avenida intercomunal del mismo nombre, visitamos muchas casas. Allí tuvimos conocimiento de que hay personas que a veces pasan meses sin salir del sector y sin bajar a Caracas y esa situación los coloca en una condición de relegados, porque a ello se suma la falta de comunicación y servicios públicos básicos, así como con graves problemas de conectividad a Internet y a telefonía móvil y fija. Para remate también sin gasolina para surtir sus vehículos.
Hay que decir que esto no es nada novedoso, porque lo hemos visto en otros lugares de la capital y también en el interior del país. Y forma parte de una realidad que tenemos que tener presente a diario para hacer el trabajo político.
En El 70 de El Valle, al igual que en otras partes, nos encontramos a venezolanos sinceros, cordiales y con enormes deseos de cambio.
Les cuento que junto con Freddy Superlano llegamos a una quincalla y el señor que nos atendió lo reconoció de inmediato y destacó lo complacido que estaba al tener frente a él a aquel que gestó el espíritu de Barinas e hizo lo que había que hacer para que la expresión popular que es el voto fuese efectiva en la elección regional de esa entidad. El amigo le preguntó a nuestro candidato: “¿Mira Freddy dónde es más duro hacer la campaña, en Barinas o aquí en Caracas? Claro, la pregunta se refería a que en Barinas estaba concentrado todo el chavismo y a lo largo de 20 años no se le había ganado, por lo que a su juicio tenía que haber sido una campaña muy dura para que la victoria fuera cobrada. Y Freddy le respondió: “Es más difícil aquí en Caracas, porque allá en Barinas todo eso es plano, pero aquí en Caracas hay que subir y bajar muchas escaleras y es muy fuerte”.
Lo anterior es una demostración jocosa, simpática, pero sobre todo con verdades en sus palabras, de una conexión muy grande con la gente que logra una persona como Freddy Superlano, quien de esta manera permanentemente hace actividades de contacto directo con los ciudadanos en la calle. Esto a su vez le ha permitido mostrar su esencia de afable, que es tan necesaria, para que podamos tener lugares de encuentro con los venezolanos.
Esta narración muestra tan solo uno de los motivos por los cuales la candidatura de Freddy Superlano ha calado tanto en las personas y del notable crecimiento de las manifestaciones de apoyo que recibe de cara a la elección primaria de la oposición. Esto no se puede negar y existen otros poderosos motivos para pensar que ese crecimiento seguirá cada día apuntando las agujas de las mediciones aún más alto.
Y no puede ser de otra manera, porque tenemos sin duda el mejor candidato sin que con ello esté restando méritos al resto.
Dr. Rafael Veloz García, diputado a la Asamblea Nacional y al Parlasur electo en 2015; expresidente de la Federación Interamericana de Abogados (FIA); miembro de la dirección nacional de Voluntad Popular, VP.