El Gobierno de Estados Unidos nominó a la diplomática Erica Barks-Ruggles como nueva embajadora ante la Unesco, organismo que había abandonado en 2018 durante la presidencia de Donald Trump y del que vuelve a ser miembro de pleno derecho.
“La embajadora Barks-Ruggles trabajará en París con la Unesco y sus Estados miembros para restaurar la presencia y el liderazgo de Estados Unidos en una serie de temas importantes”, anunció este lunes el Departamento de Estado en un comunicado.
La organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) aprobó el pasado 30 de junio en una conferencia extraordinaria en París el plan de reingreso inmediato propuesto por Washington, que incluía el pago de una deuda millonaria que databa de 2011.
Barks-Ruggles, diplomática de carrera, ha sido hasta ahora representante de Estados Unidos ante la Unión Internacional de Telecomunicaciones.
Previamente, ejerció como embajadora en Ruanda, cónsul general en Ciudad del Cabo y asistente en la misión de Estados Unidos en Naciones Unidas.
Estados Unidos había anunciado que se iba de la Unesco a finales de 2017, durante el mandato del anterior presidente, el republicano Donald Trump (2017-2021), quien acusaba a la institución de adoptar posiciones reiteradamente antiisraelíes.
Washington ya había abandonado la Unesco en 1985, durante la presidencia de Ronald Reagan, y retornó en 2003.
Además, en 2011, cuando en la Casa Blanca estaba el demócrata Barack Obama (2009-2017), Estados Unidos había congelado su contribución anual en aplicación de una ley aprobada por el Congreso como respuesta a la aceptación de Palestina como miembro de la Unesco.
Estados Unidos manifestó en junio su intención de regresar al organismo cuanto antes, un giro en consonancia con la vuelta al multilateralismo de la Administración de Joe Biden, que llegó al poder en enero de 2021. EFE