El multimillonario Jorge Mas convenció a la mayor estrella del fútbol mundial para que fichara por un equipo de la parte baja de la tabla que languidece en el último puesto de su liga.
Felipe Marques y Jean Kaiser // INFOBAE
Ahora tiene que rentabilizarlo.
Con Lionel Messi y Apple Inc. de su lado, este ejecutivo de la construcción de 60 años pretende dar un vuelco al negocio del fútbol estadounidense y hacerlo mucho más rentable. El eje de su estrategia ha sido firmar con Messi un contrato que desecha el tradicional acuerdo de dinero por servicios en favor de acuerdos de reparto de ingresos y una participación en el capital del equipo, una estrategia de negociación más cercana al libro de jugadas de Wall Street.
La visión de Mas es que la superestrella internacional atraerá a millones de nuevos abonados al servicio de streaming Apple TV+ y atraerá a los mejores jugadores a la Major League Soccer. Messi obtendrá una parte de las ganancias inesperadas de cualquier aumento de las cuentas internacionales de Apple TV+, mientras que el club de fútbol Inter Miami de Mas ganará millones con el aumento de las ventas de entradas y productos. Según la teoría de Mas, el resto de la liga se verá afectada por la expectación en torno a Messi.
Llega a Miami tras pasar dos años en el París Saint-Germain, donde en las últimas semanas recibió provocaciones de los aficionados por su rendimiento.
Messi sigue una tradición de viejos campeones de fútbol que se trasladaron a Estados Unidos, con resultados dispares. La leyenda brasileña Pelé salió de su retiro a los 34 años y pasó tres temporadas en el Cosmos de Nueva York en la década de 1970, mientras que David Beckham dejó el Real Madrid en 2007 para fichar por el Galaxy de Los Ángeles. También llegaron Thierry Henry, Wayne Rooney y Didier Drogba. Y aun así, el prometido boom de popularidad del fútbol estadounidense no llegó a materializarse.
Pero Mas es un hombre paciente. Flanqueado por las camisetas de Messi y los libros de Henry Kissinger en una oficina de la lujosa Coral Gables, Florida, Mas dice que le llevó más de tres años traer a Messi a Miami.
Una parte del proceso consistió en convencer a Messi de la importancia de vivir en Florida: Mas habló de la oportunidad de venir a un “país que tiene hambre de fútbol, donde podría cambiar literalmente el deporte”, y de la proximidad a su familia en Argentina. Pero también había grandes incentivos económicos.
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