En una jugada de “limpieza selectiva”, el régimen chavista venezolano ha decidido poner manos a la obra y “limpiar” las playas del Lago de Maracaibo, luego de años de contaminación y desastre causados en gran parte por la negligencia y las fugas de petróleo de la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa). Parece que finalmente se han dado cuenta de la acumulación de derrames de petróleo, desechos y la proliferación de la bacteria verdín en estas playas.
Por lapatilla.com / Con información de EFE
El Ministerio chavista de Ecosocialismo informó que se reunieron con pescadores y comunidades que viven en las orillas del lago para incluirlos en el plan de “recuperación y saneamiento”. ¿No es irónico que ahora se preocupen por incluir a las comunidades afectadas, cuando durante años han ignorado sus reclamos y han permitido que la contaminación llegue a niveles alarmantes?
El ministro de Pesca y Acuicultura, Juan Carlos Loyo, señaló que los trabajos comenzarán con un “plan de identificación” de las playas afectadas. Parece que necesitan un equipo nacional de expertos en “calidad ambiental e inspecciones” para que les digan qué playas están en peor estado.
El régimen asegura que “todas sus organizaciones están aquí y seguirán buscando soluciones y ejecutándolas”. Porque durante años han hecho caso omiso de las advertencias y han permitido que la situación empeore. Ahora, de repente, quieren hacer alarde de su compromiso y preocupación.
Además, el Ejecutivo prometió endurecer la fiscalización a las industrias que operan en el lago, pero curiosamente no ha mencionado a la principal responsable de la contaminación. Parece que no quieren señalar a su propia empresa estatal como la culpable de tantos derrames de petróleo y daños al ecosistema.
En resumen, el régimen de Maduro finalmente ha decidido “limpiar” las playas del Lago de Maracaibo después de años de desastre. Sin embargo, sus intentos parecen más una estrategia para lavar su propia imagen que una verdadera preocupación por el medio ambiente y las comunidades afectadas. Quizás deberían empezar por limpiar su propio desastre político y dejar de lado las prioridades al revés.