Un equipo de científicos han hallado una nueva manera de poder explicar ciertas anomalías que se registran en el cosmos y que no se ajustan a las hipótesis que actualmente se tienen sobre la edad que tendría el universo. Este planteamiento trataría de refinar la hipótesis existente de la luz cansada.
Por Semana
Nuestro universo puede doblar en edad lo estimado, según un estudio que desafía el modelo cosmológico dominante y arroja nueva luz sobre el llamado “problema de galaxias tempranas imposibles”.
“Nuestro modelo recién diseñado alarga el tiempo de formación de galaxias en varios miles de millones de años, lo que hace que el universo tenga 26.700 millones de años y no 13.700 como se había estimado anteriormente”, dice en un comunicado el autor Rajendra Gupta, profesor adjunto de física en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Ottawa.
Su investigación ha sido publicada en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society (MNRAS).
Durante años, los astrónomos y físicos han calculado la edad de nuestro universo midiendo el tiempo transcurrido desde el Big Bang y estudiando las estrellas más antiguas basándose en el corrimiento hacia el rojo de la luz proveniente de galaxias distantes. En 2021, gracias a las nuevas técnicas y los avances tecnológicos, la edad de nuestro universo se estimó así en 13.797 millones de años utilizando el modelo de concordancia Lambda-CDM.
Sorprendente antigüedad en las galaxias más distantes
Sin embargo, muchos científicos se han sentido desconcertados por la existencia de estrellas como Matusalén que parecen ser más antiguas que la edad estimada de nuestro universo y por el descubrimiento de galaxias tempranas en un estado avanzado de evolución que fue posible gracias al Telescopio Espacial James Webb.
Estas galaxias, que existen apenas unos 300 millones de años después del Big Bang, parecen tener un nivel de madurez y masa típicamente asociado con miles de millones de años de evolución cósmica. Además, son sorprendentemente pequeños en tamaño, lo que agrega otra capa de misterio a la ecuación.
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