En el poder desde hace cinco años, el presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, intenta dar un último empujón a su campaña para desmentir a los sondeos que auguran una victoria de la derecha en las elecciones legislativas del domingo.
“Mi diagnóstico particular es que el Partido Popular (PP, conservadores) está desfondado, (y) que el Partido Socialista está remontando“, lanzó Sánchez la mañana del viernes en una entrevista en la televisión pública.
Sánchez defendió su gestión, con cifras económicas positivas, como el “principal argumento” para convencer a los votantes aún indecisos, un 20% del electorado según estimaciones.
Pero aunque el líder socialista confía en una “remontada” para “ganar las elecciones“, las encuestas siguen mostrando que el PP de Alberto Núñez Feijóo es el favorito para imponerse en estas legislativas anticipadas, convocadas por Sánchez tras el fracaso de la izquierda en las municipales de mayo.
Los sondeos muestran sin embargo que el PP no logrará la mayoría absoluta necesaria para formar un ejecutivo, por lo que podría verse obligado a aliarse con el partido ultranacionalista Vox, en un país donde la extrema derecha no ha estado en el gobierno desde el fin de la dictadura de Francisco Franco en 1975.
Tampoco se descarta la posibilidad de un bloqueo, si no hubiera mayoría viable ni en la derecha ni en la izquierda, lo que abocaría al país a nuevas elecciones, un escenario de inestabilidad que el país ya vivió en 2015 y en 2019, cuando hubo que repetir los comicios.
Con excepción de Núñez Feijóo, que celebrará su último mitin en Galicia (noroeste), su región natal donde construyó su carrera política, los tres principales candidatos -Sánchez y los líderes de la extrema izquierda, Yolanda Díaz, y de la extrema derecha, Santiago Abascal-, cierran este viernes su campaña en Madrid, antes de observar el sábado la jornada de “reflexión” para los votantes.
Narcotraficante
Quemando sus últimos cartuchos, el presidente del gobierno ha subido el tono contra Núñez Feijóo por su relación con un conocido narcotraficante, Marcial Dorado.
Burlándose del argumento de su rival, que alegó que en la época en que conoció a Dorado no existía Google por lo que era difícil saber a qué se dedicaba, Sánchez consideró el jueves que Núñez Feijóo “ha perdido una oportunidad de aclarar realmente su relación con este narcotraficante“.
“No me esperaba, nada más y nada menos, que el presidente del gobierno utilice esta basura para intentar desprestigiar al adversario“, respondió este viernes en la radio COPE el líder conservador, de quien la prensa ha publicado fotos de mediados de los 90 junto a Dorado, una de ellas en un yate del traficante gallego.
“Pulsión de cambio”
El PP, desbancado del poder en 2018 por una moción de censura en el Congreso liderada por Sánchez, cree que ha llegado su momento de volver a gobernar.
“Yo noto una pulsión de cambio” en el país, dijo en una entrevista en el diario El Mundo Núñez Feijóo, cuyo lema de campaña es “derogar el sanchismo”, es decir, revertir muchas de las leyes impulsadas por el gobierno de coalición de los socialistas con la extrema izquierda.
Núñez Feijóo, quien rehusó participar en un debate televisado con los otros candidatos el miércoles, lo que le valió críticas, también sufrió un traspié con las pensiones, un tema muy sensible en la opinión pública.
El líder conservador afirmó que su partido siempre indexó las pensiones a la inflación cuando estuvo en el poder, una afirmación que tuvo que matizar luego de que una periodista le hiciera ver que no era cierto.
El PP también sufrió desgaste durante la campaña por sus negociaciones con Vox para formar gobiernos municipales y regionales, en las cuales la extrema derecha logró imponer algunas de sus prioridades, como la negación de la “violencia de género” o la supresión de oficinas para luchar contra el cambio climático.
En estas elecciones generales, que por primera vez tendrán lugar en el muy cálido verano español, unos 2,5 millones de personas decidieron votar por correo, una cifra sin precedentes, lo que para las encuestadoras es una señal de que la participación puede ser alta, pese al calor y al hecho de que muchos españoles estén de vacaciones. AFP