Venezuela, el “orgulloso” productor de petróleo, sigue luchando por alcanzar su tan ansiado objetivo de un millón de barriles diarios. A pesar de las promesas y los planes presentados por el ministro de Petróleo, presidente de Pdvsa y presidente de Pequiven, Pedro Rafael Tellechea, la realidad es que están lejos de lograrlo.
Por lapatilla.com / Con información de Reuters
En su exposición llamada “Visión Energética”, Tellechea habló sobre las supuestas potencialidades de Pdvsa y Pequiven para impulsar la economía y el desarrollo social del país. Sin embargo, parece que estas afirmaciones son más una fantasía que una realidad. La falta de coordinación y la falta de inversión adecuada han llevado a que Venezuela siga luchando para mantener su producción actual, sin mencionar alcanzar metas más ambiciosas.
En cuanto al tema de la gasolina, Tellechea parece estar viviendo en una realidad alternativa. Aunque él desestima los problemas de escasez, la realidad es que los venezolanos luchan a diario para conseguir combustible. Sus afirmaciones de que “las gandolas siguen llegando a las estaciones de servicio” simplemente no se alinean con la experiencia de los ciudadanos comunes.
Pero eso no es todo, Tellechea también se jactó de que Venezuela se convertirá en un exportador de gas natural. Sin embargo, no mencionó los nombres de las empresas involucradas en este supuesto acuerdo. Parece que estas “conversaciones” están más basadas en promesas vacías que en acciones reales. Mientras tanto, países como Trinidad y Tobago se benefician de los acuerdos de desarrollo conjunto de gas con Venezuela, mientras el gobierno venezolano sigue sin tomar decisiones concretas.
En resumen, la realidad es que Venezuela está lejos de alcanzar sus metas de producción de petróleo y gas. Las promesas y los discursos grandilocuentes del gobierno no se traducen en resultados tangibles. Mientras tanto, la población sufre las consecuencias, luchando por conseguir gasolina y enfrentando una crisis económica sin fin. Parece que el régimen venezolano está más interesado en hablar que en actuar.