La viceministra de Defensa ucraniana, Hanna Maliar, ha asegurado que el pánico continúa extendiéndose entre las tropas rusas desplegadas en Ucrania y que ha aumentado el número de deserciones entre los nuevos movilizados para combatir en el frente.
Según la viceministra, la gran mayoría de soldados rusos que recibieron instrucción en Bielorrusia y fueron trasladados a los campos de entrenamiento en la Federación Rusa para suplir bajas a principios de este mes están intentando evitar entrar en la zona de hostilidades.
Maliar afirma tener pruebas del incremento de las deserciones, del abandono arbitrario de las unidades, de casos de desobediencia e incluso de automutilaciones para evitar el traslado a territorio ucraniano para combatir.
Las autoridades militares rusas han redoblado las amenazas de castigos en forma de detenciones e incluso ejecuciones para evitar este tipo de comportamientos.
Según el coronel de la Guardia Nacional ucraniana, Mikola Urshalovich, Rusia estaría utilizando todos los medios de coerción posibles para forzar a sus hombres a cargar contra las posiciones ucranianas en la zona de Kupiansk, en el noreste de Ucrania, un segmento del frente en el que los rusos siguen a la ofensiva.
Estos métodos son a menudo utilizados en zonas en las que Rusia cuenta con desventaja táctica, lo que supone enviar a las unidades implicadas en el combate “al matadero”, afirmó el coronel ucraniano.
Las tensiones continúan en Ucrania mientras las autoridades ucranianas luchan por mantener su integridad territorial frente a la agresión de Rusia.
Con información de EFE