El eurodiputado por el Partido Popular Europeo (PPE) Leopoldo López Gil, oriundo de Venezuela, dijo en una entrevista con EFE que la pasada cumbre entre la Unión Europea y la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (CELAC) de Bruselas le “dejó un sabor agrio”.
López participó esta semana en la decimoquinta Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana (EuroLat) que arrancó el lunes en el Senado español en Madrid y finaliza hoy con la participación de 150 legisladores de ambos lados del Atlántico para discutir cuestiones como la igualdad de género, el cambio climático o la migración.
El legislador mencionó que en el encuentro celebrado el 17 y 18 de julio en Bruselas “no hubo nada dulce”, tras enmunerar una serie de “evidencias” sobre la “separación política” que existe entre Europa y América Latina.
“Por la parte de Europa quedamos verdaderamente decepcionados y desencantados ante la negación de una condena a la agresión injustificada y criminal de Rusia a un país vecino como es Ucrania”, sentencia el político venezolano.
En esa línea, el europarlamentario lamentó la negativa por parte de algunos países latinoamericanos a que se invitara al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, a la cumbre UE-CELAC y la abstención de Nicaragua a la declaración conjunta donde los firmantes expresaron su preocupación por la guerra.
El eurodiputado, exiliado de Venezuela, mencionó que otro elemento de “desencanto” fue que “no hubo ni una sola mención a la falta de criterios para auspiciar la democracia” del continente latinoamericano.
“Estuvieron presentes países donde la autocracia criminal es evidente”, dijo en referencia a Nicaragua, Cuba y Venezuela, naciones “sancionadas por la Unión Europea y por otras partes del mundo”.
“Este rechazo a las autocracias latinoamericanas es un rechazo universal. Sin embargo, en el UE-CELAC no se hizo mención alguna ni a los presos políticos (…) a los crímenes y torturas que están existiendo”, agregó.
Sobre ello, el congresista conservador mencionó que se está trabajando junto con la Comisión Europea en “un nuevo reglamento para el cumplimiento de las sanciones en el continente europeo” para “unificar criterios” y estipular una “obligatoriedad” de acato por parte de los 27 estados miembros.
LA IMPORTANCIA DE REUNIRSE
A pesar del sabor “agrio” del encuentro entre bloques, López destacó la importancia de estas jornadas de encuentro en un mundo “verdaderamente globalizado” con el fin de intensificar las relaciones y los intereses entre ambos bloques.
“Compartimos el deseo fundamental de mejorar las condiciones de vida para los dos lados del océano. En Europa se necesita la producción de los minerales que están en las tierras americanas y en América se necesita el conocimiento técnico, científico y la organización de trabajo que se ha desarrollado en Europa para convertir la naturaleza en riqueza y que esa riqueza beneficie a las poblaciones”, explicó.
También señaló la necesidad de aunar fuerzas ante “problemas comunes”, entre los que detalló la sanidad, el hambre y el cuidado del ambiente, aunque resaltó inconvenientes específicos que está viviendo el continente americano.
“LOS REGÍMENES SE VAN A IR ASFIXIANDO”
Con respecto a Cuba, Venezuela y Nicaragua, que calificó como “estados fallidos”, el legislador opinó que “estos regímenes se van a ir asfixiando ellos mismos”, ya que “el oxígeno” que necesitan resulta de “la interacción con el mundo más desarrollado, mundo que representan los países occidentales”.
Sin embargo, subrayó que finalmente América Latina en su totalidad y el bloque europeo alcanzarán acuerdos ya que “van a predominar los intereses”.
“Para construir las baterías que van a propulsar a los coches necesitamos litio, pero también necesitamos cobre. Sabemos dónde está el litio, sabemos dónde está el cobre y dónde están esas tierras raras en América Latina. Esa necesidad va a impulsar por encima de todo a que lleguemos a acuerdos”, insistió. EFE