Barbie, la icónica muñeca que conquistó cientos de profesiones y en los últimos años se sumergió en las aguas de la inclusión social, renueva público entre las nuevas generaciones mientras que conecta con los nostálgicos millennials. Esto, gracias al furor generado a partir del nuevo live action, en el que la figura cuestiona su existencia y entorno en la utópica Barbieland.
Por TN
Una línea argumentativa muy interesante y de la cual podrían desprenderse posibilidades menos amables. Por ejemplo, un giro sorprendente podría ser enfrentar a Barbie con el mundo real, sin universos alternos, en el que se encuentra con el lado más perturbador y oscuro de su iconicidad.
Es en este punto cuando el mundo teñido de rosa pastel comienza a salpicarse con colores menos favorecedores para la fantasía como el rojo púrpura: si bien la tendencia Barbiecore acaparó a las redes sociales y la mercadotecnia en la actualidad, se sabe que desde hace tiempo, el uso de Barbie como “musa” para algunos artistas alimenta el morbo y la imaginación de quienes prefieren verla en situaciones poco recomendables para niños y ciertos públicos sensibles.
Corta se queda la versión que reza que su creadora Ruth Handler se inspiró en la polémica muñeca alemana, Bild Lilli, frente a los siguientes hallazgos, que muestran las peores versiones de la muñeca más famosa del mundo, e incluso, algunos temas que demuestran que el mundo utópico de Barbieland, estuvo lejos de ser desde el primer minuto de rodaje de la película.
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