Con la soez frase de “¡Bésame el ****!”, un estadounidense encendió una revuelta que se convirtió en un momento de inflexión en la historia de Panamá.
Por BBC
Tal norteamericano era uno de los llamados filibusteros, aquellos hombres capaces de hacer trabajos sucios con tal de conseguir riquezas, sea con la fiebre del oro en el oeste de Estados Unidos o también en territorios ajenos del Caribe y Centroamérica.
Salían desde ciudades como Nueva York o Boston junto a inmigrantes que viajaban al istmo panameño -que entonces era parte de Nueva Granada- en una travesía de miles de kilómetros hacia California.
En la calle de La Ciénega, de la todavía rural ciudad de Panamá, el filibustero Jack Oliver insultó aquel 15 de abril de 1856 a José Manuel Luna, un vendedor de sandía.
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