Laudatio
Excelentísimos revolucionarios, patriotas presentes.
Excelentísimo y reverendísimo doctor h.c. Nicolasito Maduro Guerra.
“Claustro de Doctores”.
El más grande honor de mi vida como “rector”, pronunciar estas palabras, homenaje a un personaje solemne, de gran obra revolucionaria.
Conviene destacar sus merecimientos:
Hijo de un hombre, nacido más allá de la frontera, en el vecino país, lo cual es un mérito por su transitar internacional, donde es idolatrado por los gobernantes de Cuba, Rusia y Corea del Norte.
El principal valor de padre e hijo es pasar de no tener nada a ser personas poderosas del planeta.
Planeta, que Nicolasito como lo conocemos, se ha propuesto liberar y de allí sus grandes descubrimientos y versatilidad, en el área de la química, logística y distribución, para llenar las calles del imperio del polvo blanco, que derrotará las bayonetas y los fusiles a pesar de su corta edad.
Los grandes militares venezolanos, generales de muchos soles, se inclinan y reconocen de rodillas, su aporte a la lucha contra las burguesías internacionales.
Es mérito, que considera esta universidad, descubrir un arco minero, cuyas riquezas sabe controlar y proporcionar recursos sabiamente manejados, para que el Foro de Sao Paulo, opere en las calles de los países oprimidos, que claman libertad y además proteger a los amenazados como Nicaragua, Cuba y Brasil.
Ha logrado fortalecer nuestras fronteras, creando las milicias bolivarianas y protegiendo ejércitos como el Ejército de Liberación Nacional ELN y la nueva marquetalia, siempre contra los enemigos imperialistas.
El oro, litio, coltan, metales preciosos, son regentados sabiamente por nuestro doctor. Sus manos son expertas para romper el bloqueo del norte y hasta el níquel de Las Tejerías, ha servido para reivindicar ese pueblo a los ojos del mundo.
Es muy valiente nuestro homenajeado, que ha vencido, mediante aritmética abismal, al Departamento del Tesoro, al cual evadió al congelarle sus activos y quintuplicarlos con sus socios iraníes y futuros “nuevos doctores”, como Alex Saab, a quien reconoceremos su valentía, enfrentando con su vida, la gloria del socialismo bolivariano.
En tiempos tan difíciles, ha sido capaz de crear una nueva dinastía, que hasta en verano le llueven dólares, que le divierten con su flauta de oro, proveniente de las entrañas gloriosas del estado que lleva el nombre de nuestro Libertador.
Debo agradecer la colaboración que le presta a este “conductor de victorias”, su asistente Santiago Morón, quien pronto recibirá aquí merecido homenaje.
Ha creado esquemas sencillos: el oro extraído, es vendido al Banco Central de Venezuela (BCV) y así se fortalece el proceso.
Se suma a sus méritos su evocación en la constituyente: “Vietnam quedaría pequeña y la toma de la Casa Blanca en Nueva York”.
Es de un buen doctor señalar: “en las manifestaciones está falleciendo gente viva”.
Además, es mago: “llueven dólares por donde pasa, ojalá le sigan lloviendo por montones”, concluyó el “rector”.
P.D. Pisoteado en la universidad que lleva su nombre, Rafael María Baralt, lo predijo en su poema “Adiós a la Patria”.
“Yo a los cielos en tanto
Mi oración llevaré por ti devota,
Como eleva su llanto
El esclavo, y su canto,
Por la Patria perdida, en triste nota”.