El área de mayor biodiversidad del mundo y la principal reserva hídrica del planeta está lista para recibir a los ocho representantes de los países que integran el principal pulmón de la tierra. Qué jefes de Estado asistirán y cuáles son las expectativas del encuentro.
Por infobae.com
(Desde Belém, Brasil) Belém, la capital del estado norteño de Pará, el segundo más grande en la Amazonía brasileña, fue la elegida para reunir este 8 y 9 de agosto a los representantes de los ocho países que integran esta vasta región selvática, considerada como uno de los pulmones más importantes del planeta.
La Amazonía es el área de mayor biodiversidad del mundo y la principal reserva hídrica del planeta. En ella habitan más de 40 millones de personas y están asentadas más de 400 etnias indígenas.
Las razones por la que esta hermosa ciudad de más de dos millones de habitantes fue seleccionada para desarrollar este magno evento son varias, entre las que destacan en primer lugar, la importancia de que una reunión de estas características se pueda llevar a cabo en plena Amazonía, justamente para permitir que, tanto los invitados al evento que vienen desde fuera de Brasil, como los que participan de manera local, puedan tener un acercamiento a cómo se desarrolla la vida en esta parte del planeta, tal y como dijo a Infobae la secretaria para los Pueblos Indígenas del estado de Pará, Puyr Tembé.
Al mismo tiempo hace que el mundo ponga su atención en las soluciones que los propios ciudadanos amazónicos tienen para ofrecer ante los diversos flagelos ecológicos que enfrentan.
“El hecho de que la Cumbre de la Amazonía se realice aquí, es una buena señal, porque es una buena oportunidad para los indígenas, tanto de Pará como de toda la Amazonía, sean escuchados y muestren su presencia y lo importante que son para esta región”, dijo Tembé.
El flagelo de la desforestación
Cuando Infobae le preguntó al secretario de Estado de Medio Ambiente y Sostenibilidad del Pará, Mauro O´ de Almeida, sobre cuál es el mayor reto que tienen que enfrentar en materia ecológica, no dudó en decir que era la desforestación.
Y es que, este flagelo destruyó casi 20.000 kilómetros cuadrados de vegetación en 2022, y es un problema que se mantiene latente y que los ocho países que comparten esta área bioclimática, quieren ponerse de acuerdo en esta cumbre para buscar frenar el desastre medioambiental mediante un esfuerzo conjunto la próxima semana en Brasil.
Sólo el año pasado, la desforestación aumentó un 21 % frente a 2021, la cifra más alta desde 2004, según datos del Proyecto de Monitoreo de la Amazonía Andina (MAAP, por sus siglas en inglés).
La mayor devastación se dio en Brasil (72,8 %), seguida de la ocurrida en Bolivia (12,4 %), Perú (7,3 %) y Colombia (4,9 %).
Los incendios causados por las sequías y actividades como la minería ilegal y el comercio ilícito de madera son las principales causas de la deforestación en la Amazonía.
El comercio ilícito de madera
En el caso de la extracción ilegal de madera, parte del dinero obtenido con su comercialización financia una nueva tala ilícita. Es un círculo vicioso que parece no tener fin.
Debido a que posee la mayor área de la región amazónica (60 %), Brasil encabeza las cifras de deforestación de este bioma. Sólo en este país se destruyeron 1,5 millones de hectáreas de bosques tropicales en 2022, casi la mitad de la deforestación mundial del año pasado.
La tala ilícita, que es realizada en áreas públicas sin control o en zonas privadas que sobrepasan los límites permitidos, también está afectando lugares protegidos, como los territorios indígenas y las unidades de conservación ambiental, donde la extracción de madera está prohibida, reportó EFE en una publicación.
Para Tembé, la mejor forma de acabar con la devastación del bioma es “reforestar las mentes”.
“La tala impacta en el río, en los cambios climáticos, en la vida laboral y cultural de la comunidad, y cuando afecta todo eso también lo hace a la sociedad en general”, dijo la secretaria para los Pueblos Indígenas de Pará a Infobae en un encuentro con periodistas extranjeros en Belém.
Tembé destacó que la naturaleza necesita ser preservada, pero que esa lucha se tiene que dar con la participación de todos, creando conciencia y fomentando el cuidado del bioma, mediante actividades como el turismo educativo y la participación activa de las comunidades nativas y de todos los integrantes de la sociedad.
Las expectativas de la Cumbre
Impulsada por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, la cumbre busca que los países amazónicos consoliden una posición unificada sobre la preservación del bioma, para presentarla en la próxima cumbre mundial del clima (COP28), en noviembre.
“Esta cumbre que fue convocada por el presidente Lula al principio de este año, tiene un desafío muy significativo con el acompañamiento de los ocho países, este contexto en particular en el que recibimos la confluencia de diferentes crisis ambientales, como crisis democráticas en algunos países, la crisis de cómo direccionar la situación de las tribus indígenas, tenemos todos estos problemas en común y nuestra expectativa principal que tenemos con respecto a Belém, es que esto no es solo un evento sino que es la patada inicial de un proceso del cual esperamos que al final de este encuentro tengamos un acuerdo que nos ponga en el camino correcto para la cooperación en diversas áreas que pueda apoyar a las poblaciones de esta región”, dijo a Infobae Marina Silva, ministra de Medio Ambiente y Cambio Climático de Brasil.
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