Las cifras son alarmantes. Al menos 117 activistas recibieron un total de 7.404 golpes con azotes, además de penas de 9 años de prisión y multas económicas.
El régimen de Irán aumentó drásticamente las condenas a latigazos contra activistas civiles y políticos tras el levantamiento por la muerte de la joven Mahsa Amini en septiembre de 2022, según el Atlas de Prisiones de Irán (Iran Prison Atlas).
Este tipo de condenas, amparados por el código penal islámico, se han cuadruplicado en comparación con 2022, con al menos 117 activistas, entre ellos 13 mujeres y 104 hombres, sentenciados a un total de 7.404 latigazos, además de 99 años y tres meses de prisión y una multa de 1.160 millones de riales (unos 2.300 dólares).
De acuerdo al Código Penal Islámico, las condenas a latigazos son por “alteración del orden público y publicación de falsedades con intención de perturbar la opinión pública”.
El Atlas de las Prisiones Iraníes criticó duramente al régimen por emplear la flagelación, pese a ser consciente de sus daños físicos y psicológicos.
El aumento de las condenas coincide con la actual preocupación por el trato que reciben los manifestantes tras el levantamiento revolucionario de Mujeres, Vida, Libertad.
Amnistía Internacional acusó la semana pasada a Irán de “intensificar la represión” contra mujeres y niñas para imponer el uso del hiyab, después de que las autoridades anunciaran el redespliegue de la Policía de la moral cerca de diez meses después de la muerte bajo custodia de Amini, detenida en septiembre por supuestamente llevar mal puesto el velo.
Irán ejecutó en julio a al menos 61 personas, según una ONG
Al menos 61 personas, entre ellas 11 pertenecientes a la minoría baluchi, fueron ejecutadas en Irán durante el mes de julio, lo que eleva la cifra de ajusticiados en la República Islámica a 423 en lo que va de año, informó la ONG Iran Human Rights (IHR).
La organización, con sede en Noruega, indicó en un comunicado que entre los ejecutados se encontraban cuatro mujeres y tres ciudadanos afganos, mientras que todos ellos fueron ajusticiados tras ser condenados por tráfico de drogas, asesinato, violación y “moharebeh” o enemistad contra Dios.
La IHR también denunció que las minorías étnicas en el país persa “están excesivamente representadas en las cifras de ejecuciones”, puesto que alrededor del 20% de los ajusticiamientos en todo el país en lo que va de 2023 fueron contra baluchis.
La ONG recordó que los baluchis representan entre el 2 y el 6% de la población Irán y que pertenecen a la rama suní del islam, minoritaria en el país, de mayoría chií.
En 2022, al menos 174 personas de esta etnia fueron ejecutadas en más de una veintena de cárceles de la República Islámica, mientras que casi la mitad de los ajusticiados ese año por tráfico de drogas eran baluchis.
“Las ejecuciones relacionadas con las drogas han aumentado continuamente cada año durante los últimos tres años. Al menos 206 personas fueron ejecutadas por cargos relacionados con las drogas en los primeros seis meses de 2023, un aumento del 126 % en comparación con el mismo período de 2022, cuando se ejecutaron 91?, indicó la IHR.
De acuerdo con Amnistía Internacional, Irán es el país de Medio Oriente que más aplica la pena de muerte.
En 2022, se llevaron a cabo 576 ejecuciones en el país persa respecto a los 314 registrados en el año anterior.
Con información de EFE