Santo Cristo de La Grita: peregrinos pidieron por el futuro de Venezuela y los migrantes

Santo Cristo de La Grita: peregrinos pidieron por el futuro de Venezuela y los migrantes

 

Miles de peregrinos pidieron al Santo Cristo de La Grita, en sus 413 años, por el futuro de Venezuela y los migrantes esparcidos por el mundo.

“Lo primero que pedimos es que se arregle la situación del país, porque estamos pasado momentos difíciles. También salud para todos”, dijo César Quintero, quien se movilizó desde el estado Barinas, al medio regional La Nación.

“Pedimos por la recuperación de nuestro país, para que salgamos de la fuerte crisis que tenemos en todos los aspectos que nos ha afectado a todos los venezolanos”, manifestó José Ramón Márquez, que peregrina desde hace 30 años por el Cristo del Rostro Sereno.

Monseñor Mario Moronta, obispo de la Diócesis de San Cristóbal, lideró la misa y afirmó que el santo es “ícono” del estado Táchira.

“Al contemplar al Santo Cristo de la Grita, en su dimensión integral e integradora, nos podemos dar cuenta de cómo para nosotros en Táchira y, desde aquí, para tantos lugares en Venezuela y el mundo,es una figura icónica que se ha hecho presente y ha acompañado a tantas generaciones como anhelamos lo siga haciendo”, expresó.

Deisy Colmenares dijo a La Nación que pidió este año al santo por sus hermanos que están fuera del país, así como por todos los venezolanos que se vieron forzados a migrar para conseguir mejores condiciones de vida.

Protector de Venezuela

Monseñor dijo durante la misa que el Santo Cristo ya es protector de Táchira y que esperan su nombramiento, el próximo año, como protector de Venezuela.

“(Al Cristo) lo encontramos haciendo las colas para tanquear gasolina en su carro. Está presente en el rostro de los migrantes, de los estudiantes, de los agricultores, de los niños y jóvenes, maestros y médicos”, manifestó.

Moronta dijo que se debe invitar a los narcotraficantes, grupos irregulares y a los prepotentes a cambiar radicalmente su forma de vida. También pidió denunciar la corrupción y la violencia, con especial énfasis en las mafias que roban niños, niñas y adolescentes para esclavizarlos y explotarlos sexualmente.

Con información de La Nación y El Nacional 

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