La Policía china ha detenido a 515 personas en una campaña especial contra los casos de fraude que utilizan tecnología de suplantación facial, cuyas producciones se conocen como “deep fake” o “ultrafalso“, informó hoy el Ministerio de Seguridad Pública.
En la operación, que se inició en mayo, se han resuelto 79 casos relacionados con este tipo de delitos, declaró Sun Jinfeng, un funcionario del departamento de ciberseguridad del ministerio, citado por la agencia estatal Xinhua.
Sun explicó que la policía ha estado “vigilando de cerca las violaciones de la información personal de los ciudadanos por el uso indebido de tecnologías avanzadas” como ChatGPT, computación en la nube, cadena de bloques y suplantación facial.
El “deepfake“ es una técnica que emplea inteligencia artificial para crear vídeos o imágenes falsos, reemplazando o sintetizando los rostros, las voces y las emociones de las personas.
Algunas voces han expresado preocupación por esta tecnología por su capacidad de generar noticias falsas, difamar a personajes famosos o políticos, crear pornografía no consentida o extorsionar.
Sun señaló que el robo de datos personales es un factor clave para otros delitos, y prometió una “actitud firme” para reprimir este tipo de infracciones.
El mes pasado, el regulador chino de Internet publicó una normativa provisional que regulará el sector de la inteligencia artificial, al que se exigirá que el contenido creado por ‘chatbots’ y otros modelos generativos “refleje los valores fundamentales socialistas” y no “socave la unidad nacional”, “subvierta el poder del Estado” ni “incite a dividir el país”.
El revuelo en torno a los servicios similares a ChatGPT en China también ha dado paso a preguntas acerca de la aplicación de este tipo de tecnología en el país asiático debido a la fuerte censura que imponen las autoridades.
EFE