Gracias a la implementación de la tecnología biométrica, las personas que tomen un vuelo en el Aeropuerto Internacional de Miami (MIA) tendrán una experiencia de viaje cada vez más rápida al eliminar la necesidad de mostrar su pasaporte al abordar. Los administradores comenzaron a probar el plan de modernización en 2018, pero ahora harán una importante expansión que se completará en la segunda mitad de 2024.
Por La Nación
A partir de este verano boreal, todos los pasajeros de vuelos internacionales con aerolíneas como Avianca, Copa, LATAM, Emirates o Turkish Airway, tienen la oportunidad de experimentar este innovador proceso, que solo requiere detenerse unos segundos frente a cámaras de reconocimiento facial para capturar la imagen del rostro, misma que de inmediato será comparada con los datos del pasaporte en las bases de datos oficiales. Con la aprobación del sistema podrán embarcar normalmente.
Los dispositivos fueron instalados en al menos 20 puertas de abordaje como parte de una etapa de implementación más grande de esta tecnología, según reportó Miami Herald. Con esta mejora, se elimina la necesidad de mostrar el boleto y el pasaporte justo antes de subir al avión, pero cabe mencionar que es completamente independiente de los procedimientos de seguridad de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA, por sus siglas en inglés).
Maurice Jenkins, jefe de innovación del Aeropuerto de Miami, explicó al diario citado que este sistema lo manejan las compañías aéreas, pero enfatizó que los archivos y los datos personales de los pasajeros están resguardados por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés).
¿Para qué sirve la identificación facial en el Aeropuerto de Miami?
Aunque los promotores de la instalación resaltan la seguridad del sistema, algunas personas preocupadas por su privacidad pueden optar por mostrar sus documentos de manera convencional. No obstante, una regla del CBP implementada en 2022 obliga a los no ciudadanos extranjeros en EE.UU. a pasar por el nuevo control.
Lea más en La Nación