El estado de Nueva York se encuentra en el centro de una crisis migratoria, u las líneas se acercan a piscinas, parques, centros para personas mayores y campos de fútbol locales.
Por El Diario NY
Un año después de que empezaran a llegar los autobuses desde la frontera sur de Estados Unidos, la afluencia de miles de inmigrantes está obligando a la ciudad a considerar opciones de refugio no convencionales.
Por esta razón, los ciudadanos se sienten cada vez más cautelosos y frustrados tanto por la presencia de los migrantes como por la respuesta de la ciudad.
El diario The Daily News conversó con personas que viven y trabajan cerca de dos sitios de refugio de emergencia y un sitio planificado en Williamsburg, Queens Village y Midtown sobre sus temores por los vecindarios y la ciudad en la que residen y trabajan.
Asimismo, Richardson se siente castigado por la ubicación impuesta de los migrantes. Les parece increíble que haya almacenes vacíos y a los refugios ya no les quede espacio.
“Les permites dormir afuera, pero aún estás en las noticias hablando de ‘Oh, sí, bueno, queremos ayudar a todas estas personas sin hogar’”, dicen los residentes.
“Está bien, les daremos una casa gratis. Dales un apartamento gratis. Ayúdalos así. Pero no, los estás ayudando dejándolos en la calle, sin hogar”.
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