En un dramático suceso que tuvo lugar el pasado martes, un grupo de turistas escapó por poco de una tragedia mientras se encontraban admirando los famosos acantilados de la playa West Bay, en el condado británico de Dorset. La sección de un acantilado de aproximadamente 45 metros se derrumbó repentinamente, poniendo en riesgo la vida de los visitantes que se encontraban en el lugar.
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Las autoridades locales informaron que el incidente ocurrió en la costa Jurásica, un conocido destino vacacional declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO debido a su rica historia geológica y belleza natural. Varias personas estaban tomando fotos y admirando la vista cuando la pared de roca y arenisca comenzó a desmoronarse sin previo aviso.
Las imágenes captadas del momento crítico muestran a tres turistas parados frente al acantilado, inconscientes del peligro inminente. Afortunadamente, la rápida reacción de los visitantes les permitió ponerse a salvo justo a tiempo, evitando lo que podría haber sido una tragedia fatal.
La Municipalidad de Dorset emitió un recordatorio a todos los que visitan la zona, enfatizando los riesgos asociados con los deslaves y la caída de rocas desde los acantilados. Dada la naturaleza de la costa Jurásica, los desprendimientos pueden ocurrir en cualquier momento, lo que subraya la importancia de tomar precauciones adicionales al explorar la región.
Con información de RT