Fui miembro de su consejo editorial entre 1984 y 1987 y Director de 1987 a 1999.
Recuerdo con especial cariño a Benedicto Monsalve y a Gino Manfredi, quienes emprendieron este proyecto, parte importante en el desarrollo del periodismo, durante la etapa democrática.
Trabajé con un equipo de profesionales que dictaron cátedra con su ejemplo y con una obra gratificante, plasmada en la memoria de un estado y un país, que a través de todas sus instituciones respaldaban al diario, por su imparcialidad, pluralidad y equidad, en el tratamiento periodístico y su línea editorial basada en la “Merideñidad”, constantemente discutida en los grupos de trabajo, permitiéndonos reconocimientos nacionales e internacionales dinamizando la sociedad, que se sentía participe de esta línea de acción.
Sería mezquino negar la acogida de la Iglesia Católica, que también editaba el prestigioso Diario “El Vigilante”, cuya solidaridad fue permanente.
En momentos de urgencias para la edición siguiente, allí estaban resolviendo. Igualmente lo hacíamos nosotros y establecimos un maravilloso ambiente de trabajo.
La Iglesia gestionó la apertura de un núcleo en Mérida de su Universidad Católica Cecilio Acosta, Escuela de Comunicación Social, vital para el desarrollo profesional de los que allí egresamos, convirtiendo Mérida en un vivero para el periodismo moderno.
“Frontera” incorporó la Universidad de los Andes en su transitar permanente, los centros de Investigación, tenían sus páginas donde publicaban importantes adelantos del acontecer científico.
Logramos cobertura total en el estado y en la Capital de la República.
Allí establecimos oficina de redacción y manejábamos información a primera hora del día, adaptada a la dinámica de nuestro estado.
La modernización tecnológica fue eje importante en estos años, nos convertimos en un periódico moderno y sin lugar a dudas de los mejores del país.
El programa “Carrusel de la Fama”, que dirige mi colega Néstor Trujillo, integró la radio a la prensa escrita en “Frontera”, esfuerzo que sigue vivo para el bien de Mérida.
La Era digital ha cambiado la manera de informarse. El viejo papel es un camino de nostalgia. Recuerdo los titulares a ocho columnas (8 Col). Queda aquel laberinto que terminaba al filo de la medianoche, con el sonido de las rotativas anunciando el panorama del nuevo día.
“Frontera”, significa un paso positivo en la Historia del periodismo venezolano.
*Miembro del Colegio Nacional de Periodistas.