Hallan culpable de asesinato a madre que asfixió a su tres hijas en Nueva Zelanda

Hallan culpable de asesinato a madre que asfixió a su tres hijas en Nueva Zelanda

Lauren Dickason mientras el jurado emitía un veredicto mayoritario que la declaraba culpable de asesinar a sus tres hijos. | Foto: George oído – nzherald.co.nz

 

La sudafricana Lauren Dickason fue declarada este miércoles culpable por un jurado del asesinato de sus tres hijas pequeñas, dos mellizas de 2 años y su hermana de 6, durante un episodio depresivo hace casi dos años en Nueva Zelanda.

Tras 14 horas de deliberación, un jurado pronunció su veredicto en un tribunal de Christchurch, en la Isla Sur, contra Dickason, quien se había declarado no culpable de los asesinatos al vincularlos a una depresión grave, informó la emisora Radio New Zealand.





El tribunal deberá concretar una fecha para anunciar la pena contra la madre sudafricana, de 42 años, que se enfrenta a una posible cadena perpetua.

La defensa alegó que la madre sudafricana estaba tan estresada que decidió matar a sus hijas y luego intentó quitarse la vida en desesperación por un episodio relacionado con una depresión postparto de la que nunca se recuperó.

Nueva Zelanda contempla el delito de infanticidio, menos severo que el asesinato, cuando se demuestra que la madre mató a sus hijos debido a efectos psicológicos derivados del parto o la lactancia.

Sin embargo, la Fiscalía indicó durante el juicio que la depresión no podía justificar o atenuar la gravedad del crimen y concluyó que Dickason cometió los asesinatos en un arrebato de furia tras meses de estrés.

Dickason admitió haber matado a sus hijas en septiembre de 2021 en la localidad de Timaru, de 29.000 habitantes, solo un mes después de haberse trasladado con su familia desde Sudáfrica.

Tras regresar de una cena fuera, su marido, Graham Dickason, encontró muertas a las niñas, a las que su madre asfixió, y a su esposa en estado grave.

Las dos pequeñas se llamaban Maya y Karla, mientras que la mayor era Liané.

El marido, cirujano de profesión, testificó por videoconferencia desde Sudáfrica en el juicio, que ha durado un mes.

Según Radio New Zealand, la acusada escuchó el veredicto sin inmutarse y luego lloró al salir de la sala. También lloraron las abogadas de la señora Dickason y algunos miembros del jurado, que emitieron el veredicto con 11 votos a favor y uno en contra.

EFE