La naturaleza tenía que diseñar una protección que en nosotros atrofió y la transformó en la carúncula lagrimal, esta bolita que tenemos en la parte interna del ojo. En los animales esa protección es el tercer párpado o membrana nictitante o cuerpo clignotante, como se lo quiera llamar.
Por Infobae
Tienen los dos párpados que cierran, el superior y el inferior. El perro y el gato y el caballo también tienen un párpado que les sale de adentro, como si fuera una membrana, y le cubre el ojo. Ese párpado cumple la función de reemplazar de alguna manera a la carencia de pestañas, a la carencia de cejas y al arco superciliar. Como siempre, aquí la naturaleza tratando de proteger lo que le importa, protege los ojos, protege el cerebro, protege la vida.
A ver, en otras palabras, esa membrana nictitante o tercer párpado que tienen mamíferos como los perros y los gatos, les cubre la córnea, la conjuntiva y la membrana mucosa del ojo y actúa como barrera protectora para la eliminación de microorganismos y otros cuerpos extraños que se pueden alojar en el ojo. Esta capa no se suele observar.
Si se exterioriza, puede indicar que el gato o el perro, por ejemplo, tiene algún problema de salud, como deshidratación, infección, herida, cuerpo extraño, parásitos, entre otras cosas. Pero si el animal está dormido y se ve esta membrana, no hay que alarmarse. Otros animales que lo poseen son los camellos, los osos, las focas y diversas aves y reptiles.
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