La actriz recordó cuando le tocó salir de Venezuela y abandonar la carrera exitosa que llevaba en el país, para comenzar de cero a construir una nueva vida lejos de sus tierras y en una isla sin muchas oportunidades
Por Meridiano
Desde hace varios años, una de las actrices más reconocidas de nuestro país, Crisol Carabal, abandonó sus sueños en su tierra natal y emprendió un viaje a España, país en el que se las vio negras al llegar y en el que, pudo continuar formando una familia junto a su esposo, el mago Alessandro Nerilli.
Después de varios fracasos, consiguieron un garaje que convirtieron en una sala de teatro y es allí donde trabajan y ofrecen clases, pero si bien es cierto, la adaptación de un lugar a otro le costó mucho a la venezolana. “Yo cuando trabajaba en Venezuela yo iba con una maletica, era actriz y ya, pero aquí me toco hacer todo, dar clases, dirigir, producir, y la gente cuando te veía haciendo eso, tú le notabas como: ‘ay, que bajo has llegado’”, comentó.