“¡Excelente experiencia!”, exclama Efrain Barreto, de 29 años, al terminar de deslizarse por una inmensa colina movediza que se pierde de vista. Está en los Médanos de Coro, un pequeño desierto de Venezuela que acumula cantidades enormes de arena.
Por: Voz de América
“Ha sido un momento inigualable”, describe Barreto, un turista que visita este lugar de clima seco por primera vez, a la Voz de América.
En otra duna, un niño intenta correr en ella, pero sus pies se hunden con cada pisada. Otro trata de llegar a la cima, se cae… y vuelve a insistir, mientras que en la cima, una niña, hace la forma de un ángel en la arena con sus brazos.
Son decenas de turistas tomándose fotos al final de la tarde, cuando cae el intenso sol del estado Falcón (noroeste). Irrumpen de repente un par de buggies que recorren a toda velocidad este inmenso paraje.
Los Médanos se ubican en el Istmo de la Península de Paraguaná. La agencia espacial de Estados Unidos (NASA) se refirió a este lugar como “la península arenosa de Venezuela”, cuando compartió, en 2021, una imagen obtenida por su Observatorio de la Tierra.
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