Orgías con dinero de la Federación y corrupción: las acusaciones a Luis Rubiales, en el ojo de la tormenta tras el beso en el festejo de España

Orgías con dinero de la Federación y corrupción: las acusaciones a Luis Rubiales, en el ojo de la tormenta tras el beso en el festejo de España

Luis Rubiales, en la Asamblea General de la RFEF.

 

 

 





 

Es como un sino fatal. Luis Rubiales, el “Chiqui” Tapia español, podía haber atravesado uno de sus mayores días de gloria en el podio del festejo del título mundial de la selección femenina luego de haber respaldado contra viento y marea al entrenador Jorge Vilda, pero un beso en la boca a la jugadora Jenni Hermoso, que luego lamentó, opacó el momento y volvió a poner en tela de juicio a su controvertida figura.

Sergio Levinsky // INFOBAE 

“Me he equivocado, fue sin mala fe, en un momento de máxima efusividad sin ninguna mala intención, sin ninguna mala fe de ninguna de las dos partes, ocurrió lo que ocurrió cuando estamos ante un hecho histórico, uno de los días más felices del fútbol español, campeonas del mundo, una barbaridad. Para esto venimos trabajando desde hace mucho en la RFEF y nos sentimos orgullosos. Pero hay un hecho que tengo que lamentar entre una jugadora y yo, con una magnífica relación entre ambos. Y sí que estoy apenado porque ante el mayor éxito de nuestra historia en el fútbol femenino y siendo la segunda Copa del Mundo que conseguimos, esto haya empañado en cierto modo la celebración”, reconoció en un video que envió a los medios de comunicación.

Lo que pudo ser una fiesta completa -España es, actualmente, campeona del mundo en mayores, Sub 20 y Sub 17- se transformó en un vía crucis por la propia acción del presidente de la Federación, que con este beso a Hermoso desató una polémica nacional e internacional, con repercusiones inmediatas. Como la de la ministra de Igualdad -la también polémica Irene Montero- quien afirmó que “es muy sencillo. Dos personas se besan si ambas quieren. Si hay consentimiento. Sólo sí es sí…no sólo es machismo, abuso de poder o un acto sexista: es violencia sexual”.

Tampoco se quedó atrás el ministro de Deportes, Miguel Iceta, quien consideró “inaceptable” la reacción de Rubiales en el palco y sostuvo que “lo primero que tiene que hacer es dar explicaciones y pedir excusas”. Mientras que María del Prado Escoda, de la Asociación Española de Juezas y Jueces por la Democracia, fue más allá con otra dimensión de los hechos: “El beso lo está dando una persona en una posición de superioridad laboral con respecto a la otra por lo que no es sólo violencia sexual, también es una violencia y un abuso de poder”.

Poco antes del Mundial de 2018, el entonces nuevo presidente de la Federación Española, Luis Rubiales, comenzaba su mandato con puño de hierro y echó a Julen Lopetegui como entrenador de la selección a días de su debut, al conocerse que había firmado un contrato con el Real Madrid para cuando terminara el certamen de Rusia. Cinco años más tarde, el dirigente se encuentra jaqueado y con chances de salir de su cargo, con duras acusaciones que generaron la intervención de la Fiscalía Anticorrupción y de la Secretaría de Deportes estatal. Justamente, las victorias en el fútbol femenino podían obrar como contención.

Entre otros hechos de corrupción, se vincula a Rubiales con el defensor del Fútbol Club Barcelona y empresario, Gerard Piqué, de participación conjunta en supuestos negocios opacos en la organización de la Supercopa de España en Arabia Saudita, por la que el jugador percibió 24 millones de euros en comisiones, y todo se potenció con la difusión de un diálogo telefónico entre ambos en el que se plantean estos y otros temas.

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