El drama de miles de estudiantes que quedaron a la deriva tras la confiscación de la universidad jesuita por el régimen de Daniel Ortega

El drama de miles de estudiantes que quedaron a la deriva tras la confiscación de la universidad jesuita por el régimen de Daniel Ortega

“El panorama es incierto”, dice una estudiante de la desaparecida Universidad Centroamericana (UCA). (Foto Reuters)

 

 

 





Las nuevas autoridades le cambiaron el nombre a la UCA y la convirtieron en un centro de adoctrinamiento. La dictadura bloquea la inscripción de los estudiantes que desean irse a otras universidades.

Por infobae.com

Miles de estudiantes de la Universidad Centroamericana (UCA) de Managua se encuentran a la deriva sin saber cómo van a continuar sus estudios, gestión de notas y trámites académicos, después que el régimen de Daniel Ortega confiscara y tomara posesión de la universidad manejada por la Compañía de Jesús hasta la semana pasada.

“Estamos en tensión total y el panorama es incierto”, dice Javiera, una estudiante de la desparecida UCA que aceptó conversar a condición de anonimato.

La Universidad Centroamérica era la más importante universidad privada de Nicaragua, tenía unos cinco mil estudiantes, y a partir del 17 de agosto pasó a llamarse Universidad Nacional Casimiro Sotelo, manejada por el Consejo Nacional de Universidades, un brazo político del régimen nicaragüense.

Unos 600 estudiantes de la UCA habían logrado inscribirse en la privada Universidad Americana (UAM), sin embargo, este martes está universidad les cerró la puerta a todos los estudiantes de la UCA, incluso a los ya inscritos, aparentemente por presiones del régimen que busca contener la estampida de estudiantes de la universidad que ha tomado.

La UAM es una universidad privada que maneja el Ejército de Nicaragua. Tras la toma de la UCA por parte del régimen, abrió las puertas a aquellos estudiantes que buscaran continuar sus carreras en esa universidad. Incluso ofreció facilidades de arancelarias y de inscripción. La demanda fue tan grande que estableció en 600 el límite de los estudiantes que podía acoger.

Según explicó el nicaragüense diario La Prensa, los 600 estudiantes que se inscribieron en la UAM en un par de días, debían pagar aproximadamente 465 dólares por el traslado, divididos así: 300 dólares por las mensualidades de julio y agosto, 55 dólares por prematricula, 100 dólares por matrícula y 10 dólares por carné estudiantil.

“A los muchachos que se habían matriculado en la UAM los llamaron hoy (martes) en horas de la mañana para decirles que se presentarán a las oficinas porque tenían algo urgente que comunicarle y ese urgente era que ya no pueden continuar en la universidad y que les iban a devolver su dinero lo más pronto posible”, señala Javiera.

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