Una mujer de Florida alertó a la comunidad virtual con un video que grabó de un cocodrilo aparentemente tosiendo. No esperó que al pasear por Everglades National Park se encontraría con esta escena, pero de inmediato capturó la imagen del reptil para dejar evidencia de que los cambios climáticos en el Estado del Sol han causado estragos hasta en la vida silvestre, o al menos esa fue su percepción.
Por La Nación
Kymberly Clark, quien es fotógrafa ambientalista, transitaba por el área mencionada cuando vio una actitud extraña en el animal que yacía en la orilla del agua. Inmediatamente sacó su cámara para grabar el momento, que se repitió en varias ocasiones y luego lo compartió en su cuenta de Instagram. “O este cocodrilo americano no quería que los paparazzi le tomaran una foto o está tosiendo una bola de pelo”, describió en el posteo.
En el clip se ve claramente cómo el cocodrilo abre el hocico para dejar expuesta su garganta, al mismo tiempo que mueve su cuerpo de forma inconsciente para dejar salir la tos. “Los cocodrilos americanos suelen ser bastante dóciles, pero sospecho que esta es una hembra con un nido o me está advirtiendo que tiene crías cerca”, continuó Clark en su publicación.
Respecto a la distancia a la que la experta en imágenes se encontraba del reptil, ella misma detalló que no corría peligro porque estaba lejos: “Para aquellos que se preguntan, estaba grabando este video de forma segura desde mi coche en un día lluvioso”. Por su parte, los usuarios que reprodujeron la grabación no dudaron en reaccionar, uno de ellos se sorprendió de haber tenido la oportunidad de ver con amplitud el interior del hocico del animal. “Nunca supe que tenían esa solapa en la garganta”, dijo uno, y otro escribió: “¡Probablemente comió algo de mantillo! Eso es un hermoso ejemplar de un cocodrilo americano aquí en los Estados Unidos”.
De acuerdo con la Florida Fish and Wildlife Conservation Commission (FWC por sus siglas en inglés) los cocodrilos americanos son una historia de éxito entre los ambientalistas debido a que en 1975 fueron catalogados en peligro de extinción y, desde entonces, la población se ha recuperado poco a poco. En cuanto a su comportamiento, un documento de la Universidad de Georgia señala que esta especie animal utiliza una amplia variedad de sonidos para comunicarse y estos incluyen silbidos, toses, gruñidos, mugidos y pitidos.
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