Desde hace más de 90 años, el Lago Ness, en Escocia, es el sitio favorito de aficionados que visitan el lugar con la esperanza de poder ver a su monstruo.
A pesar de que nunca han logrado corroborar la existencia de “Nessie”, como se conoce a la misteriosa criatura, sus seguidores no se dan por vencidos.
Este fin de semana, la zona de las Highlands escocesas reunió a casi 300 personas de todo el mundo que participan de una exhaustiva búsqueda en esas aguas. La convocatoria fue lanzada por el Centro Lago Ness, en Drumnadrochit, y el equipo de rastreo de voluntarios Loch Ness Exploration.
“Hay cientos de voluntarios a ambas orillas del Lago hoy, todos con el cometido de hallar respuestas a lo que es el Monstruo del Lago Ness”, dijo el director general del Centro, Paul Nixon, a la cadena BBC, sobre la mayor búsqueda en más de medio siglo.
Los equipos tienen a su disposición drones con cámaras infrarrojas que sobrevuelan el lago, así como un hidrófono que puede detectar sonidos submarinos no habituales.
Gracias a ello será posible determinar con mayor precisión la procedencia de algunos ruidos u ondas así como figuras inexactas ya que, como sumó Nixon, “algunos de los avistamientos recientes son contactos sonares que muestran objetos en las aguas profundas”.
Alan McKenna, también empleado del centro, explicó que “se buscan ondas en la superficie y se pide a los voluntarios que registren toda conducta natural en el loch”. “No toda ondulación u ola es una bestia. Algunas tienen explicación pero hay un pequeño puñado que no la tienen”, continuó.
El Loch Ness está ubicado en el antiguo Hotel Drumnadrichit, donde hace casi un siglo nació la leyenda.
En 1933, el gerente Aldie Mackay aseguró haber visto una “bestia acuática” del tamaño de una ballena en el loch, el lago de agua dulce más grande del Reino Unido y uno de los más profundos, con 230 metros. Allí se almacenan más de 7.452 metros cúbicos de agua, más que todos los lagos ingleses y galeses juntos, lo que dificulta las labores de exploración.
A raíz de ello, la historia comenzó a difundirse y despertó la fascinación de cazadores de misterios de todo el mundo que desean dar con el monstruo esquivo.
Todos estos años, sin embargo, han surgido decenas de teorías y supuestos avistamientos que nunca acabaron en una confirmación real. Entre las versiones de testigos oculares y engaños destacan la de un reptil marino prehistórico, un águila gigante, un esturión y hasta un elefante que huyó de un circo.
Algunos han concluido de que podría haberse tratado de troncos de árboles flotando en la superficie, aguas abatidas por los fuertes vientos o, incluso, engaños.
De todas formas, la leyenda sigue despertando la curiosidad de las personas y, con ello, las visitas a la pintoresca región escocesa.
“Creo que hay algo en el loch, tiene que haber algo que alimenta tantas conjeturas”, explicó Craig Gallifrey, un aficionado del tema.
McKenna celebró el encuentro de este fin de semana y dijo que se trata de “inspirar a una nueva generación de entusiastas del lago Ness”.
Con información de AP y EFE