La delantera Jenni Hermoso brilló en el Mundial como pieza clave en el triunfo de España, pero luego se convirtió de forma inesperada en un símbolo contra el sexismo en el fútbol de su país.
En la entrega de medallas tras ganar España la final del Mundial el 20 de agosto, el presidente de la Federación Española de Fútbol Luis Rubiales dio un beso forzado en la boca a Jenni Hermoso, provocando un terremoto de críticas a nivel nacional e internacional desde todos los ámbitos de la sociedad.
Rubiales, suspendido provisionalmente por la FIFA, rechazó dimitir el viernes y ahora está pendiente de una decisión de la justicia deportiva española, además la fiscalía ha abierto diligencias por un “presunto delito de agresión sexual”.
Nieta de portero
El beso forzado de Rubiales ‘robó’ en parte la gloria a la selección española, ganadora del Mundial en su tercera participación, un brillante colofón para la carrera de referentes como Hermoso.
La jugadora española, de 33 años, ha vivido en primera persona el impresionante despegue del fútbol femenino español. Ahora juega en el Pachuca de la liga mexicana, pero antes lo hizo en el Atlético, Barcelona, Rayo y otras dos aventuras fuera de España, el Tyreso sueco y el París Saint-Germain.
La nieta del antiguo portero del Atlético de Madrid Antonio Hernández destaca por su depurada técnica, una delantera capaz de moverse por todo el frente de ataque para coordinar las ofensivas de su equipo.
En su niñez se fijó en dos jugadores legendarios del Real Madrid, el argentino Fernando Redondo y el francés Zinedine Zidane.
Pero no tuvo ídolos hasta que se unió al Atlético. Conoció a la jugadora del primer equipo Ana Fernández ‘Nervy’ y la convirtió en uno de sus referentes.
Lesión y Pachuca
Sin presupuesto para ojeadores, eran las propias jugadoras las que se encargaban de reclutar talento. ‘Nervy’ echó el ojo a Hermoso y a otra jugadora para que se unieran al club en una preselección en la que habían participado 50 jóvenes.
“Es zurda, como yo, juega en la misma posición que yo y me gusta la trayectoria que tuvo, con mucho carisma”, dijo Hermoso en una entrevista con El País en 2020.
En 2010, con 20 años, la jugadora fichó por el Rayo Vallecano, con el que ganó la liga española, y luego tuvo un breve paso por el Tyreso, que le sirvió para compartir vestuario con Marta, la leyenda del fútbol brasileño.
Su siguiente parada fue el Barcelona, en enero de 2014, en el que se convirtió en la máxima goleadora histórica, 181 dianas en 224 partidos, en dos etapas.
En el verano de 2017 se unió al PSG, donde estuvo una temporada, antes de volver al Atlético y al Barcelona en 2019.
Con el equipo azulgrana celebró la primera Champions femenina de la entidad, en 2021, derrotando 4-0 al Chelsea en Goteborg.
En 2022 llegó su tercera aventura extranjera, el Pachuca, una elección por la que se le criticó ya que algunos interpretaron que era un paso atrás en su carrera.
“Estaba retirada y he ganado la Copa del Mundo“, dedicó a sus detractores en la red social X, antiguo Twitter, horas después de levantar la Copa con la Roja.
Máxima goleadora histórica de España con 51 tantos, Hermoso falló un penal en la final, ganada por 1-0 a Inglaterra con un tanto de Olga Carmona.
La jugadora, que se había perdido la Eurocopa en 2022 por una lesión de rodilla, no formó parte de las 15 futbolistas que renunciaron a la selección hasta que se llevaran a cabo cambios sustanciales en la dirección, pero sí apoyó la protesta.
“Las oportunidades a veces solo aparecen una vez, sinceramente me da igual lo que diga la gente“, despejó en marzo sobre su disposición para viajar al Mundial, a diferencia de otras jugadoras que no dieron su brazo a torcer, como Mapi León y Patri Guijarro.
Unos meses después, la talentosa delantera sigue siendo un ídolo en la cancha y ahora es además un símbolo fuera. AFP