Las autoridades colombianas extraditaron este miércoles a Estados Unidos a la diseñadora colombiana Nancy González, acusada de contrabando de artículos de cuero elaborados con pieles de animales exóticos y en peligro de extinción, que vendía a lujosas tiendas de ese país e incluso se exponían en la Semana de la Moda de Nueva York.
“Se efectuó la extradición a Estados Unidos de Nancy Teresa González de Barberi y de su socio Diego Mauricio Rodríguez Giraldo por delitos relacionados con concierto para delinquir y contrabando de vida silvestre”, informó la Dirección de Investigación Criminal e Interpol (Dijin).
Junto a ellos, fueron extraditados otros cuatro colombianos requeridos por la Justicia estadounidense por delitos de narcotráfico.
Entre 2016 y 2019, junto con sus colaboradores, “enviaban bolsos y carteras presuntamente fabricados con piel de animales siendo especies protegidas en peligro de extinción”, informó la Policía al respecto, quien indicó que ambos son solicitados por la Corte Distrital de los Estados Unidos para el Distrito Sur de Florida.
El pasado mes de marzo, el presidente colombiano, Gustavo Petro, autorizó la extradición de la diseñadora, propietaria de la empresa CI Diseño y Moda International S.A.S., quien fue detenida en julio del año pasado junto a otras dos personas, Diego Mauricio Rodríguez Giraldo, trabajador de su compañía, y Jhon Camilo Aguilar, quien supuestamente se encargaba de las maniobras para sacar los productos de Colombia.
González tendrá que comparecer ante la justicia estadounidense y podría ser condenada hasta a 20 años de prisión por el delito de contrabando.
Junto a la diseñadora y sus colaboradores, también fueron extraditados cuatro ciudadanos colombianos requeridos por delitos relacionados con el tráfico de drogas ilícitas y concierto para delinquir, quienes eran integrantes de una organización narcotraficante que operaba en Colombia, Honduras, México y otros países.
MODUS OPERANDI DEL TRÁFICO DE PIELES
Según la investigación de las autoridades colombianas, los detenidos elaboraban los productos de moda con pieles de animales silvestres sin permiso de las autoridades ambientales y en contra de la reglamentación dispuesta por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).
Luego contactaron a ciudadanos colombianos a los que pagaban el viaje a Estados Unidos y una manutención de 600 dólares para que llevaran los artículos a este país, bajo la premisa de que eran regalos para amigos o familiares.
El destino final de los artículos, según la Fiscalía, “eran tiendas lujosas y exposiciones reconocidas internacionalmente, como la Semana de la Moda de Nueva York”.
EFE