La ONU ha desbloqueado de forma inmediata diez millones de dólares de su fondo de emergencia para llevar suministros vitales a las víctimas de las inundaciones en Libia y prevenir una crisis sanitaria que podría ser causada por el elevado número de fallecidos que yacen a la intemperie, la falta de agua potable u otros factores.
Prevenir el surgimiento de alguna epidemia y “restablecer rápidamente algún tipo de normalidad debe primar sobre cualquier otra preocupación en estos momentos difíciles para Libia”, declaró hoy el secretario general adjunto de Naciones Unida para Asunto Humanitarios, Martin Griffiths.
“Barrios enteros han sido borrados del mapa. Familias enteras, tomadas por sorpresa, fueron arrastradas por el diluvio de agua. Miles de personas han muerto, decenas de miles se han quedado sin hogar y muchas más siguen en paradero desconocido”, recordó el responsable humanitario.
En estas circunstancias y tras felicitar la rápida ayuda enviada por algunos países, confirmó que Naciones Unidas está desplegando un equipo importante para apoyar y ayudar en la coordinación de la respuesta internacional.
Según las cifras provisionales, las inundaciones que azotaron la parte oriental de Libia -como consecuencia de ciclón y del consiguiente derrumbe de dos represas- han dejado al menos 6.872 muertos y más de 10.000 desparecidos.
EFE