Descubren un virus con aspecto de “alien” gigante en los bosques de Massachusetts

Descubren un virus con aspecto de “alien” gigante en los bosques de Massachusetts

Morfotipo ‘Gorgona’ de entre los descubiertos en Massachusetts — (Fischer et al., 2023)

 

En la frontera entre lo vivo y lo inerte se alojan los virus. Entidades que, si bien, cumplen con algunas de las funciones básicas de los seres vivos, como disponer de una barrera que aísla su medio interno del exterior, o evolucionar, carecen de otras muchas, entre ellas, metabolismo propio o la capacidad de crear copias. de sí mismos de forma autónoma.

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Debido a su diminuto tamaño, generalmente, mucho menor que cualquier célula viva, y también a su modo particular de existencia, los virus son agentes muy esquivos y difíciles de estudiar. Además, en el proceso infeccioso, se pueden formar multitud de copias de un solo virus en muy poco tiempo, y la probabilidad de acumular mutaciones rápidamente es muy elevada. Por todo ello, es comprensible que aún muchísimos virus son totalmente desconocidos para la humanidad.

Diversidad de los virus descubiertos en Massachusetts: morfotipos (a) “mimí”, (b) “supernova”, (c) “corte de pelo”, (d) “tortuga”, (e) “fontanero” y (f) “ estrella de navidad” — (Fischer et al., 2023)

 

Sin embargo, siempre sorprende encontrar un virus nuevo, especialmente cuando presenta características tan excepcionales como el que, según un grupo de investigación del Instituto Max Plank para la investigación médica (Alemania) en colaboración con la Universidad de Massachusetts, ha sido encontrado recientemente en el Harvard Forest, un bosque muy conocido de Massachusetts. En este rincón aparentemente tranquilo de la naturaleza, dicho grupo de científicos han hecho un descubrimiento que, de ser confirmado, desafiaría algunas concepciones sobre los virus y su impacto en los ecosistemas terrestres.

Los gigantes invisibles del subsuelo

El tamaño de los virus se mide en nanómetros (nm), millonésimas de milímetro. Por ejemplo, una partícula vírica del SARS-CoV-2 se estima que mide en torno a 125 nm; el VIH es algo más pequeño, alrededor de los 90?nm, mientras que el virus de la rabia es bastante más grande, casi 180?nm. Tomando estos tamaños como medida, se entiende que las partículas víricas halladas por el equipo de Matthias G. Fischer se consideran gigantescas: presentan una cápsula de hasta 410 nanómetros. Si equiparamos el SARS-CoV-2 con una pelota de tenis, el supuesto virus encontrado rondaría el tamaño de un balón de baloncesto.

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