Septiembre comenzó con un tifón que arrasó Hong Kong, arrancando árboles e inundando la ciudad. Fue el primero de una serie de fenómenos meteorológicos extremos que han azotado a diez países y territorios en tan sólo 12 días; el más catastrófico fueron las inundaciones de Libia, que según la ONU dejaron más de 11.000 muertos y muchos miles de desaparecidos.
Por CNN en Español
Los científicos advierten que este tipo de fenómenos meteorológicos extremos, que afectan a países de todo el mundo, pueden ser cada vez más frecuentes a medida que se acelera la crisis climática, lo que presiona a los gobiernos para que se preparen.
“El calentamiento global cambia las propiedades de las precipitaciones en términos de frecuencia, intensidad y duración”, afirmó Jung-Eun Chu, científica atmosférica y climatológica de la City University de Hong Kong, aunque añadió que la devastación de este verano se debió a una combinación de diferentes factores, entre ellos las fluctuaciones naturales del clima.
El enorme número de víctimas de las inundaciones también pone de relieve la urgente necesidad de que los gobiernos se preparen para esta nueva realidad, y el modo en que los países más pobres y asolados por conflictos se sitúan en primera línea de las catástrofes climáticas.
Los gobiernos “tienen que estar preparados”, dijo Chu. “Tienen que empezar a pensar en ello, porque nunca antes han experimentado este tipo de fenómenos extremos”.
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