Al grito de “sube la leche, sube la carne y este gobierno nos mata de hambre”, representantes del sector educativo y universitario se concentraron este lunes 18 de septiembre en la avenida Cedeño de Valencia para exigir mejores condiciones salariales y laborales en el marco del retorno a las actividades, luego de haber finalizado el receso vacacional.
Corresponsalía lapatilla.com
José Belisario, secretario general del Sindicato Unitario del Magisterio (Suma) Carabobo, lamentó que el inicio del año escolar 2023 – 2024 esté marcado por la precariedad de los salarios, infraestructura deteriorada y déficit de maestros.
Reiteró que el gremio exige la firma de la tercera contratación colectiva, pago del 280 % de la deuda, cumplimiento de beneficios como seguro HCM y servicio funerario.
“Nos mantendremos en las calles hasta que el Estado patrono se pronuncie y dé respuesta a nuestras exigencias, debido a que no existe salario (…) Los maestros no se sienten con el mejor de los ánimos, porque no tenemos salario. Aquí sobra vocación, pero no tenemos salario”, manifestó.
Asimismo, indicó que 80 % de los planteles educativos en Carabobo presentan problemas de infraestructura. A esto se le suma el déficit de docentes especialistas en matemática, física, química y biología.
Ana Martínez, empleada del Ministerio de Educación desde 2005, señaló que comenzaron el pasado 9 de enero a protestar en las calles, porque el sueldo no les alcanza para cubrir sus necesidades básicas. Detalló que su salario quincenal es de 220 bolívares.
“Cuando veo mi recibo de pago, eso me engrilla y me da de todo, por eso salgo a protestar. Eso no nos alcanza para nada, solamente la misericordia de Dios que nos da a nosotros la inteligencia para seguir adelante”, expresó.
Migdalia Martínez, docente jubilada del Ministerio de Educación, no se imaginó que luego de 25 años de servicio, ahora lo que gana no le alcanza ni para comprar un pote de pintura para su casa.
“Trabajé durante tantos años y jamás en mi vida había estado en una situación económica como la que estoy viviendo actualmente. La pensión no alcanza para nada, yo estiro y estiro, y no alcanza para nada. Por eso estamos reclamando nuestros derechos ante esta crisis que nos golpea como jamás en la vida nos había golpeado. Exigimos que estas pensiones, jubilaciones y salarios sean subidos y podamos vivir con dignidad”, comentó.
Según estimaciones del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM), la canasta alimentaria familiar se ubicó en 502,27 dólares para el mes de julio de 2023, por lo que una familia de cinco personas necesita alrededor de 118,14 salarios mínimos para cubrir el monto.
En picada la investigación universitaria
Por su parte, Liliana Camaray, miembro de la Asociación de Profesores de la Universidad de Carabobo (Apuc), seccional educación, destacó que cada día se les hace más difícil llegar a sus puestos de trabajo, debido a los bajos salarios. Afirmó que el salario que perciben no se corresponde con la misión educativa que desarrollan.
Además, apuntó que la investigación universitaria también se ha visto afectada por la crisis salarial. “Investigamos en la medida de nuestras posibilidades. Por ejemplo, hacemos investigaciones de tipo social, pero cuando vamos a analizar esos datos, muchas veces al docente se le ha vencido el software para procesar la información y nuestro salario no permite comprar las licencias para ese software y eso afecta la investigación también”, acotó.
José Francisco Jiménez, secretario general de la Asociación de Empleados de la Universidad de Carabobo (AEUC), pidió se respeten los derechos contractuales, así como también el artículo 91 de la Constitución.
“No tenemos un salario digno para poder continuar nuestras actividades, no tenemos prestaciones sociales, no tenemos ningún servicio. Estamos igual como hace 600 días, no ha cambiado en nada la situación de los trabajadores”, dijo.
Anunció que están organizando una gran actividad de protesta nacional para las próximas semanas.