Hay años en los que el iPhone cambia poco, añadiendo un puñado de funciones menores, y hay años en los que cambia mucho, incluso aunque su diseño externo siga recordando al de ediciones pasadas. El iPhone 15 es de los segundos. El cambio a USB-C, el nuevo procesador, la isla dinámica y la cámara dan como resultado un iPhone “básico” que viene a ser, salvo por algunas omisiones, el mismo teléfono que el modelo Pro del año pasado con un diseño más atractivo.
Por El Mundo
En Pixel lo hemos podido probar durante los últimos cinco días y para la inmensa mayoría de usuarios de iPhone, que no cambia de teléfono cada año, este va a ser un buen momento para actualizar. Incluso ha bajado de precio, gracias al cambio del dólar.
MÁS BRILLANTE
El iPhone 15 está disponible en dos tamaños de pantalla, 6,1 pulgadas y 6,7 pulgadas. En ambos casos se trata de una pantalla más brillante, de hasta 2.000 nits en exteriores y que pierde el notch o ceja para dejar paso a la ‘isla dinámica’, una parte de la pantalla que camufla la cámara frontal y el sensor biométrico FaceID en una superficie que puede cambiar de dimensiones para mostrar información contextual.
Es útil para controlar eventos específicos, como temporizadores, y también para mostrar, por ejemplo, resultados deportivos o el tiempo que queda para que el Uber llegue a recogernos.
Detrás de la pantalla está el mismo procesador A16 que el año pasado usaban los iPhone Pro, y que es muy potente. Aunque ha sido destronado por el A17 Pro que este año llevan los iPhone más avanzados, cuesta encontrar procesadores en telefonía móvil capaces de lograr un desempeño similar en juegos o aplicaciones complejas.
MEJOR CÁMARA
La otra característica que ha copiado de los iPhone Pro es la cámara con sensor de 48 megapíxeles, que permite, también, ofrecer un objetivo telefoto 2x gracias al recorte del sensor.
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