Desde hace aproximadamente dos meses, Grezly Ramírez, de 28 años de edad, comenzó a comprar los útiles escolares de su hija, una niña de 3 años que está por empezar el maternal en Venezuela el próximo 2 de octubre.
Por Fabiana Rodón / vozdeamerica.com
Su caso es el de muchos otros padres y representantes en el país, que han optado por adquirir los útiles escolares de sus hijos de forma fraccionada, para así poder completar las compras antes del comienzo del año escolar 2023-2024.
La decisión obedece a la elevada inflación y a los bajos salarios que muchos de ellos perciben.
“Yo estoy comprando los útiles desde el mes de julio. Decidí comprarlos por partes para hacer más llevadero el tema económico porque para mí es imposible comprar todo con el salario de un solo mes”, dijo la joven a la Voz de América.
Ramírez trabaja como secretaria en una oficina dedicada a la venta de productos tecnológicos, y aunque gana mucho más del sueldo mínimo (percibe 150 dólares), el monto le es insuficiente para cubrir todos los gastos del mes.
Actualmente comenta que aún le falta más de la mitad de la lista. Lo que ha comprado hasta ahora son productos de papelería como libros y hojas.
La joven estima que gastará en total alrededor de 250 dólares, incluyendo los uniformes que tampoco ha podido comprar aún. Afirma que durante sus recorridos ha encontrado algunos útiles económicos, especialmente en el centro de Caracas.
“Los precios varían bastante dependiendo del lugar donde los vayas a comprar. Yo estoy comprando entre La Hoyada y el centro porque a mi parecer son los puntos más económicos donde puedes encontrar una buena calidad a precios asequibles”, dice.
“La mayoría de las personas que conozco compran los útiles por partes porque es bastante costoso comprar una lista completa al tiempo, es mucho dinero y ahorita casi nadie tiene esa disponibilidad”, añadió.
Andrea Chirinos también tiene casi dos meses comprando los útiles escolares de su hija de 4 años, que está por iniciar preescolar. Al igual que Ramírez ha optado por adquirirlos por partes, pero en su caso decidió empezar por los artículos más costosos.
“Tengo como un mes y medio desde que compré el primer lote de la lista, porque ir comprando por partes es mejor, así no ves el gasto tan grande. No es lo mismo pagarlo en un solo día que hacerlo por partes (…) Primero compramos lo más caro, ahora vamos por lo más sencillo como el sacapuntas, la cartuchera o la plastilina. Lo más costoso de la lista han sido los libros que le pidieron”, explicó la joven de 28 años a la VOA.
Chirinos, quien se desempeña como productora audiovisual, estima gastar en la lista, incluyendo los uniformes, entre 500 o 600 dólares. “Es la primera vez que hago este tipo de compras pero siento que hay que buscar muy bien porque hay precios muy distintos de una zona a otra”, dijo.
Video VOA
Combos escolares, otra opción para los padres
La compra de combos escolares, implementada por los comerciantes para generar más ventas, también ha sido un método útil para los padres.
En la feria de Chacaíto, en Caracas, la mayoría de los puestos ofrece combos que van desde los básicos, que incluyen seis artículos por un valor de 5 dólares, hasta los combos primaria que ofrecen 19 artículos por 20 dólares.
En el centro de Caracas la metodología de venta se repite. Los combos escolares van desde 5 hasta 18 dólares. Además, también ofrecen promociones como seis libretas por 5 dólares, 2×1 e incluso descuentos de hasta el 5 % si el cliente accede a que el vendedor arme la lista escolar completa.
Un comerciante que prefirió mantener el anonimato comentó a la VOA que este año la mayoría de los clientes está comprando los útiles por partes, incluso hay personas que llegan y solo adquieren una caja de colores o una resma de papel y así van completando la lista escolar.
Otra de las trabajadores de la feria agregó que este año los padres se han tardado en adquirir todos los útiles pese a que el inicio de clases está próximo (se espera que sea a principios de octubre).
La tardanza para adquirir los útiles ocurre en gran medida por la crisis económica que vive el país y que ha afectado especialmente a los trabajadores públicos.
Recientemente, la Federación Venezolana de Maestros (FVM) denunció que un docente necesita 315 salarios mínimos (establecido en alrededor de 4 dólares) para poder cubrir gastos de útiles y uniformes escolares de sus hijos para este próximo año escolar.
Esto aunado a la inflación (se sitúa en 144,6 % en lo que va de año) y la depreciación del bolívar reducen aún más el poder adquisitivo de los venezolanos, cuyos salarios se van casi en su totalidad en adquirir algunos productos de la cesta básica que actualmente ronda los 500 dólares, de acuerdo con el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM).
Ante este panorama, y pese a que tradicionalmente las ferias escolares en varios puntos de la ciudad se levantan a mediados de septiembre, este año muchos de estos sitios permanecerán abiertos hasta las primeras semanas de octubre, no solo para esperar por los representantes que no han podido adquirir todos los útiles sino también para que los comerciantes puedan obtener más ganancias y vender la mercancía que aún mantienen en sus mostradores.