Dicen los venezolanos que han cruzado la letal selva del Darién que tienen clara la peor parte del camino hacia Estados Unidos: México. Cruzar el país es una pesadilla para los cientos de miles de migrantes que enfrentan la corrupción de las autoridades y la violencia de los carteles hasta llegar a la frontera norte. Hay más de 3.000 kilómetros entre Tapachula y Ciudad Juárez, una de las últimas paradas antes del salto al sueño norteamericano. Algunos migrantes, los que han conseguido un permiso de circulación y cuentan con el dinero, hacen parte del recorrido en bus. El resto camina, huye, se monta en la Bestia. Los trenes de mercancías se han convertido, pese a su peligro, en una forma efectiva de atravesar el país. Esta semana, Grupo México ha inmovilizado más de 60 trenes para evitar que los migrantes puedan subirse, en una llamada de atención al Gobierno, que sigue mirando para otro lado en esta crisis migrante.
Por El País
Fue una decisión sin precedentes. Ferromex, la empresa del multimillonario Germán Larrea, el segundo hombre más rico de México, decidió el martes detener la operación de 60 convoyes ante la aglomeración de más de 4.000 migrantes dispuestos a jugarse la vida para escalar a los vagones. La compañía informó que había 1.500 personas en los carros de ferrocarril y en el patio de operaciones de Torreón, en Coahuila; otro millar en San Francisco de los Romo (Aguascalientes); 800 en Irapuato (Guanajuato), y más de 1.000 ocupando las góndolas de carga de Ciudad Juárez (Chihuahua).
“Ante el notable incremento de migrantes concentrados en diversas regiones del país y el severo riesgo que representa para la integridad de ellos la utilización de trenes de carga para transportarse, Ferromex tiene detenidos temporalmente 60 trenes, equivalentes a la capacidad de 1.800 camiones, en rutas hacia el norte del país, en las regiones impactadas por esta problemática social y humanitaria”, apuntaba la empresa por escrito. Eso después de que en los últimos días se registraran dos migrantes fallecidos y otros cuatro lesionados. Los trenes de mercancía llevan años dejando un rastro de muertes y mutilaciones en México.
Las consecuencias de la medida no se hicieron esperar y algunos analistas cifraron en 40 millones de pesos las pérdidas diarias para la compañía. Además del colapso de las mercancías que se dirigen a Estados Unidos. “Es la primera vez que hay, en tan poco tiempo, este volumen de personas intentando subir a los carrotanques y en las góndolas, es una situación inédita”, indicaron fuentes de Grupo México a EL PAÍS.
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