Luego de 16 años de la madrugada del 4 de agosto de 2007 cuando el venezolano Guido Alejandro Antonini Wilson intentó ingresar con una valija con casi u$s 800 mil, el Tribunal Oral en lo Penal Económico dictó condenas contra el extitular del OCCOVI Claudio Uberti y contra toda la cadena de mando de la Aduana que participó del operativo de su hallazgo. Sin embargo, los jueces absolvieron al exministro de Planificación Julio De Vido y al extitular de la Aduana Ricardo Echegaray, este último sin sorpresa porque el Ministerio Público Fiscal había anticipado que no iba a acusarlo porque no se había probado durante el juicio oral que hubiese impartido órdenes en el caso. Los fundamentos de por qué los magistrados entendieron que el exfuncionario fue responsable del delito de tentativa de contrabando de divisas y los aduaneros de encubrimiento agravado de aquella maniobra serán dados a conocer el 27 de noviembre. Fue el punto final a una historia que marcó a fuego la política argentina y que sorteó distintas instancias hasta el debate oral que comenzó hace seis meses con el principal protagonista ausente: Antonini Wilson.
Por: Ámbito
El veredicto fue escueto pero varias de las capas que rodearon la cuestión a lo largo de los años ya habían quedado en el camino. El fiscal Marcelo Agüero Vera, en su alegato, había descartado que hubiese pruebas en torno al posible lavado de dinero. El camino del origen del dinero que estaba en la maleta se ubicó en la petrolera PDVSA; su destino, un misterio. La “embajada paralela”, el fideicomiso con Venezuela y hasta la causa “cuadernos” fueron rodeadas durante las audiencias pero no pesaron para las calificaciones, que giraron exclusivamente en torno a si Uberti había pretendido hacer que Antonini pase una valija que no le pertenecía, y si los agentes de la Aduana habían evidenciado más que una negligencia al no hacer constar en el acta del operativo todas las alternativas de contexto del episodio, lo que derivó en que no se alertara de inmediato a las autoridades judiciales de entonces. El resto es historia conocida.
El Tribunal Oral en lo Penal Económico N°1 que ejecutó un juicio veloz –donde cabe destacar que reinó un clima de concordia entre todas las partes- escuchó las últimas palabras de los imputados en los tribunales federales de Comodoro Py y volvió a citar a las partes para pronunciarse a las 13. La conclusión le dio en parte la razón a la fiscalía que había solicitado penas de hasta 2 años de prisión en suspenso para los aduaneros, pero las redujo a la mitad como máximo. Y le asignó, incluso, mayor responsabilidad a toda la línea jerárquica que al guarda Jorge Lamastra que participó aquella madrugada del operativo junto a María de Luján Telpuk, la agente de la PSA que saltó al estrellato con el caso y cuya versión, hoy en día, permanece vigente.
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