El fin de semana quedará para el olvido de Mercedes tras el quinto puesto de Lewis Hamilton en el GP de Japón, que consagró ganador, una vez más, a Max Verstappen de Red Bull, líder del campeonato. Pero si algo le faltaba al equipo británico fue el insólito descuido sucedido durante una entrevista a su piloto estrella.
En una charla televisiva previa a la carrera, el piloto inglés contestó algunas preguntas sobre la temporada y el equipo y nadie advirtió que detrás suyo había quedado a la vista de todos el código QR del menú del equipo. El sistema se puede escanear con cualquier dispositivo móvil y le permite a quien accede hacer pedidos, y en este caso, sin costo alguno porque se trata de un sistema interno de la escudería.
Lo que pasó fue que quienes sí advirtieron esto fueron miles de fanáticos que seguían la nota desde sus casas y aprovechando el descuido iniciaron una demanda inusitada, sobre todo, de botellas de Red Bull. Justamente, optaron por este producto para hacerle una broma a Hamilton, ya que la bebida energética es la dueña del equipo que actualmente lidera la categoría.
“Estábamos sirviendo al equipo Mercedes y a los invitados corporativos cuando, de repente, el sistema se volvió loco. Fuimos bombardeados con miles de pedidos de bebidas Red Bull, muchas de ellas de Hamilton, Russell y Wolff. Siendo nuestros rivales, sólo tenemos un stock limitado de Red Bulls y, por supuesto, no hacemos publicidad. No hemos podido seguir el ritmo de los pedidos”, comentó un miembro del staff en las declaraciones publicadas por el portal Global247news. “Incluso, deberíamos haber cambiado el código QR dado que seguimos recibiéndolos durante horas y horas”, agregó.
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