Durante el Congreso Europeo de Cardiología, expertos presentaron nuevas pautas para el manejo de enfermedades cardíacas en personas con diabetes tipo II. Cómo detectar estas condiciones a tiempo y de qué forma una puede influir en el tratamiento de la otra.
Por infobae.com
La diabetes tipo II es una afección de gran importancia debido a su alta prevalencia y su impacto en problemas cardiovasculares, como la enfermedad coronaria y la insuficiencia cardíaca. Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), este cuadro ocurre “generalmente en adultos, cuando el cuerpo se vuelve resistente a la insulina o no produce suficiente insulina. En las últimas tres décadas, su prevalencia ha aumentado drásticamente en países de todos los niveles de ingresos”.
En ese sentido, durante el último Congreso Europeo de Cardiología realizado en la ciudad de Ámsterdam, Países Bajos, el mes pasado, se presentaron los avances científicos recientes de la especialidad. Una de las novedades más destacadas consistió en la presentación de nuevas pautas para el manejo de las enfermedades cardiovasculares -que son una de las principales causas de muerte en el mundo– en personas con diabetes tipo II.
La enfermedad cardiovascular y la diabetes tipo II son condiciones altamente frecuentes y la OMS las considera casi como verdaderas pandemias. No por nada, importantes sociedades médicas de Argentina, tales como la Sociedad Argentina de Diabetes (SAD), la Sociedad Argentina Cardiología (SAC), la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA), la Federación Argentina de Cardiología (FAC) y la Sociedad Argentina de Nefrología (SAN) refieren que 4 de cada 10 personas con diabetes presentan alguna enfermedad cardiovascular y, al mismo tiempo, que 1 de cada 3 pacientes con enfermedad cardiovascular presenta diabetes.
Durante el mencionado congreso en Países Bajos, se presentó una actualización de las guías clínicas de tratamiento de la diabetes, en las que se sugiere fuertemente la búsqueda activa de esta patología en pacientes con enfermedad cardiovascular y la evaluación del riesgo cardiovascular en pacientes con diabetes, dada la frecuente coexistencia de ambas condiciones y el impacto de cada uno en el tratamiento de la otra.
Un punto relevante de estas guías fue el abordaje de la insuficiencia cardíaca en personas con diabetes, una patología muy frecuente y poco diagnosticada. La insuficiencia cardíaca empeora la calidad de vida, pero además acorta la expectativa de vida si no es tratada a tiempo.
Esta afección genera retención de líquido, falta de aire y limitación para realizar las actividades de la vida cotidiana. El corazón se ve afectado en su funcionamiento, impidiendo que los nutrientes y el oxígeno lleguen en forma adecuada a todos los órganos del cuerpo. Para una detección precoz recomiendan medir los péptidos natriuréticos, unos compuestos que aumentan en sangre cuando hay falla cardíaca, y realizar una evaluación minuciosa para detectar signos y síntomas de insuficiencia cardíaca en cada visita.
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