Las autoridades ucranianas informaron que un bombardeo ruso mató a 51 personas, entre ellas un niño, mientras asistían a un velatorio en el pequeño pueblo de Groza, Járkov.
El ministro del Interior afirmó que unas 60 personas se habían reunido para honrar a un vecino caído, cuando cayó el misil.
El presidente Zelenski condenó el “crimen brutal” e Israel pidió detener la violencia.
Tras difundirse impactantes imágenes del lugar, el canciller alemán exigió sacar consecuencias contra Rusia.
La coordinadora de la ONU habló de escenas “absolutamente terribles”.
El hecho aumenta el reclamo de Ucrania por mayores defensas antiaéreas ante el “terror” ruso sobre civiles.
Con información de AFP