La decisión del presidente Joe Biden el jueves de reanudar los vuelos de deportación de venezolanos generó preocupación entre los defensores de la inmigración el viernes, incluso cuando los detalles sobre el cambio de política seguían siendo turbios.
Por Chicago Tribune
No quedó claro de inmediato cómo los vuelos de deportación, que según funcionarios de Biden se reanudarían en unos días, afectarían a la población migrante en Chicago e Illinois, dijeron funcionarios estatales y municipales. Pero el estado espera que la política reduzca el número de venezolanos que llegan a la frontera suroeste de Estados Unidos, aseguró Alex Gough, portavoz del gobernador JB Pritzker.
Para las personas que no son elegibles para asilo, “podría significar que habrá un mayor número de ellas procesadas para deportación”, dijo Gough.
Mientras tanto, el alcalde Brandon Johnson continuó el viernes con sus llamados públicos a los gobiernos estatal y federal para que aumenten la ayuda a Chicago para la crisis humanitaria que rodea a la creciente población migrante de la ciudad, diciendo que Springfield debe hacer “sacrificios” para apoyar la respuesta de la ciudad a la crisis de asilo. buscadores.
Los comentarios de Johnson se produjeron un día después de que se reuniera con el presidente de la Cámara de Representantes de Illinois, Emanuel “Chris” Welch, en su oficina del Ayuntamiento para discutir la sesión de veto de otoño de la Cámara de Representantes, y después de que Pritzker mostrara tibio interés en enviar más grandes cantidades de dinero a Chicago para sus miles de solicitantes de asilo. -buscadores.
“Voy a seguir manteniendo conversaciones para asegurar que los sacrificios que se están haciendo se compartan de manera equitativa”, mencionó Johnson cuando se le preguntó si es hora de que los legisladores estatales recorten otras partes del presupuesto para permitir más subvenciones para inmigrantes a Chicago.
Pritzker pareció cerrar la puerta el jueves a que los legisladores estatales asignen más dinero estatal para ayuda a los inmigrantes, quienes se reunirán a finales de este mes y el próximo para su sesión de veto de otoño.
“No es que lleguemos con enormes superávits”, dijo Pritzker a los periodistas. “Esto no es algo que tengamos que apoyar con cientos de millones de dólares”.
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