Recurrían a ella en busca de protección espiritual y de sus vaticinios para saber si era el momento oportuno para pasar su cargamento de droga. Los más ranqueados narcotraficantes peruanos, de la zona del Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), eran los principales clientes de la Tía Santa, una conocida vidente que ‘bendecía’ los varios ladrillos de cocaína de la más alta pureza con destino a Bolivía.
Por: Infobae
La reciente intervención de un camión que ocultaba en caletas el estupefaciente hizo posible que la Dirección Antidrogas (Dirandro) pueda dar con Ronal Cahuana Arrieta, alias Tilín, un escurridizo narco que opera desde la localidad de Huanta, en la región Ayacucho, y conocer de la existencia de su consejera espiritual, la también conocida como Chamana del Vraem.
“Consultan a través de sus rituales, creen ver si su negocio o la transacción de este comercio ilícito va a ser exitoso o no”, dijo el general PNP José Arturo Ludeña, jefe de la Dirandro, a Reporte Semanal.
Las escuchas a las que accedió el personal policial fue clave para dar con este sujeto que era el principal acopiador de droga de la zona del Vraem. El destino de sus cargamentos era Bolivia. Para las autoridades, Cahuana Arrieta creía en los chamanes y se aferraba a los rituales en busca de protección para sus kilos de droga.
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