La última gran peregrinación del año en el santuario mariano de Fátima, en Portugal, comienza este jueves con la presencia de miles de fieles y marcada por la guerra en Oriente Medio, que protagonizará las tradicionales oraciones por la paz.
“El tema de la paz es transversal a toda esta peregrinación”, explicó en rueda de prensa el rector del Santuario de Fátima, Carlos Cabecinhas, que señaló que la situación en Israel y la Franja de Gaza les preocupa “de forma especial”.
Cabecinhas avanzó que habrá rezos “específicos” por la paz en los momentos de oración de la peregrinación y que desde que estalló este nuevo conflicto las celebraciones del santuario “quedaron inmediatamente marcadas”.
“Con un foco de conflicto como este, no podíamos dejar de recordarlo a los peregrinos de Fátima cada día y en las distintas celebraciones”, dijo.
Las celebraciones en Fátima, a unos 130 kilómetros de Lisboa, comienzan este jueves con la procesión nocturna de las velas, pero tienen su jornada cumbre el viernes con la misa, la bendición de los enfermos y la procesión del adiós.
La peregrinación de octubre está presidida por el cardenal Américo Aguiar, rostro visible de la organización de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que reunió en Lisboa a un millón y medio de fieles el pasado agosto con la presencia del papa Francisco.
“Fue un acontecimiento impactante para el país y la Iglesia portuguesa y no queremos dejar perder su dinamismo”, aseguró el rector del santuario.
Para estos días están inscritos 105 grupos de peregrinos de 32 países, con Italia a la cabeza.
Cabecinhas destacó que 2023 fue un año “significativo” por la recuperación de afluencia de peregrinos tras la pandemia, sobre todo de extranjeros, con 4,4 millones de visitantes entre mayo y el 10 de octubre.
“Es un aumento significativo en relación a 2022, pero nos deja todavía un poco lejos de los números de 2019”, afirmó el sacerdote, que dijo que los españoles siguen siendo el país con más grupos de peregrinos.
Los aumentos más significativos en 2023 fueron registrados por Corea del Sur y Estados Unidos.
El culto a Fátima tiene su origen entre el 13 de mayo y el 13 de octubre de 1917, período durante el que tres niños portugueses -Lucía, Jacinta y Francisco- aseguraron que habían sido testigos de varias apariciones de la Virgen.
Los tres menores, que eran pastores, explicaron que la Virgen les hizo varias revelaciones en esos encuentros, que conforman la profecía de Fátima.
Los relatos de las apariciones convirtieron a Fátima en un lugar destacado de peregrinación para los creyentes, que cada año visitan por miles este pequeño enclave portugués.
EFE