Desde la clausura del Centro Penitenciario de Tocorón, los comerciantes en el estado Aragua han expresado su profunda preocupación ante el posible surgimiento de nuevas bandas delictivas. Esto se debe a que anteriormente, estos establecimientos pagaban una especie de “vacuna” al conocido “Tren de Aragua” para garantizar la seguridad de sus negocios.
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Con el cierre de la prisión, otros grupos delictivos han comenzado a amenazar a los comerciantes con la intención de negociar y, eventualmente, imponer el mismo tipo de pago por protección.
Comerciantes aragüeños, que han preferido mantener el anonimato por razones de seguridad, han alzado su voz para exigir a las autoridades que abran investigaciones inmediatas sobre esta preocupante situación.
Temen que si no se toman medidas oportunas, la intervención en el Centro Penitenciario de Tocorón habría sido en vano, ya que se estarían abriendo las puertas para el resurgimiento de organizaciones criminales y una mayor inseguridad en la región.
La problemática se agrava aún más, porque estos comerciantes se sienten atrapados entre la presión ejercida por las bandas delictivas y la incertidumbre sobre su seguridad, lo que afecta significativamente sus operaciones comerciales.
Las autoridades estatales y nacionales han sido alertadas y se espera que tomen medidas enérgicas para prevenir el surgimiento de nuevas bandas delictivas en la entidad y garantizar la seguridad de los comerciantes en la región.
La comunidad empresarial espera que sus llamados no caigan en oídos sordos y que se tomen medidas decisivas para salvaguardar la paz y la estabilidad en el estado Aragua.