En un inesperado cambio de rumbo en la política de inmigración de Estados Unidos, la administración del presidente Joe Biden anunció hace algunos días la reanudación de las deportaciones directas de ciudadanos venezolanos a su país de origen, una medida destinada a abordar el creciente número de cruces ilegales, pero que alimenta la polémica debido a las tensas relaciones que existen entre ambas naciones.
Aquellos venezolanos que no cuenten con una base legal para permanecer en el país norteamericano, ahora se enfrentan a la posibilidad de una deportación inminente. El pacto entre Venezuela y Estados Unidos plantea interrogantes fundamentales sobre su implementación, tomando en cuenta los centenares de migrantes que siguen llegando a la frontera sur y anhelan alcanzar el “sueño americano”. Jesús Reyes, abogado de inmigración, aclaró a La Patilla algunas dudas que giran en torno a esta nueva disposición.
Por: Elizabeth Gutiérrez | lapatilla.com
La nueva política impuesta por la administración de Joe Biden, que entrará en vigor en los próximos días, ha causado revuelo entre los venezolanos que se encuentran en la frontera sur y aquellos que ahora se apresuran a legalizar su estatus migratorio en el país norteamericano. Este mandato representa todo un desafío y aún siguen sin aclarar en detalle los términos del acuerdo, pues hasta el momento se desconoce qué tan regulares podrían ser las deportaciones, ni de qué forma se llevará a cabo el proceso.
Sin embargo, Blas Nuñez-Neto, subsecretario de Seguridad Nacional para Política Fronteriza e Inmigración de Estados Unidos, aseguró que los venezolanos que ingresaron después del 31 de julio y los que continúan su paso de forma irregular a través de la frontera estarán sujetos a posibles deportaciones directas a Venezuela, siempre que no tengan una base legal para permanecer en el país. De hecho, también agregó que ya identificaron a los primeros migrantes que se encuentran en los centros de detención que serán enviados dentro de poco.
En palabras del abogado Jesús Reyes la decisión del Gobierno se debe “al actual flujo irregular de inmigrantes por la frontera sur rumbo a los Estados Unidos y la situación precaria que viven algunos centros de refugio, de los cuales muchos han llegado a su capacidad máxima”.
Un panorama incierto
Una de las preocupaciones más notables que enfrentan aquellos que cruzan ilegalmente por la frontera sur de Estados Unidos es el proceso por el que atraviesan una vez que son retenidos. Ciudadanos venezolanos, entre otros, se encuentran a menudo en centros de detención durante largos periodos, donde se decide si se les permitirá ingresar al territorio estadounidense o no. Esta incertidumbre genera una gran tensión en las familias afectadas.
“Luego de ingresar otro enorme reto son las estafas y la falta de asesoría legal por parte de un abogado licenciado de inmigración. Desafortunadamente, tramitadores y notarios no licenciados están ‘a la pesca’ de familias inmigrantes vulnerables, recién llegadas para defraudarlas o someter casos sin fundamento a cambio de ganancias financieras”, explicó el letrado.
Estas artimañas solo aumenta la confusión y el temor entre la comunidad venezolana en Estados Unidos, quienes deciden optar por los pocos recursos a su disposición para tratar de mejorar su estatus migratorio.
Ante este panorama, los venezolanos que temen ser deportados a su país de origen deben buscar verdadera y confiable asesoría legal para explorar todas las opciones disponibles. Entre las alternativas, destacan la posibilidad de calificar para el Programa de Protección Temporal (TPS), solicitar asilo, o presentar peticiones familiares o solicitudes de visas humanitarias, todo ello dependiendo de las circunstancias específicas de cada caso, según detalló Reyes.
Claves para evitar la deportación
Reyes también enfatizó que la documentación y evidencia desempeñan un papel esencial en los casos de asilo o protección humanitaria para los venezolanos que buscan evitar la deportación. Dado que cada caso es único, las pruebas variarán, pero en términos generales, es esencial contar con una declaración detallada que explique la persecución y el temor de regresar a Venezuela, respaldada por pruebas sólidas.
“Si la persona fue víctima de ataques físicos, las fotos o constancias médicas resultan evidencia importante. Si el aplicante pertenece a un partido político en Venezuela, debe haber evidencia de eso”.
Según el especialista, aquellos venezolanos que califican para buscar refugio en Estados Unidos no serán afectados por esta medida, siempre y cuando cumplan con los requisitos establecidos en la ley para obtenerlo. Esto proporciona cierta seguridad a quienes buscan un lugar seguro en el país norteamericano.
El proceso típico que enfrentan los venezolanos ante una deportación es, según el abogado, que un juez de inmigración deniegue su caso de protección, lo que puede llevar a la emisión de la orden que termine por regresarlo a su país de origen. Todo esto se desarrolla tanto en cortes de inmigración dentro o fuera de centros de detención, y resulta crucial entender las implicaciones legales y humanitarias que conlleva.
En cuanto a las alternativas disponibles para aquellos que finalmente tienen una orden de deportación a Venezuela, Reyes destacó que depende de cada caso. “En muchas oportunidades las personas pueden solicitar que sus casos sean reabiertos. En otras ocasiones, pueden pedir amparo discrecionales que permitan a la persona quedarse en Estados Unidos aún teniendo una orden de deportación vigente”.
Ante todo, una buena asesoría
En medio de la reciente medida dentro del territorio estadounidense, el rol de los abogados de inmigración es trascendental para guiar a los venezolanos que enfrentan una amenaza de deportación y carecen de una asesoría profesional.
Según la experiencia de Reyes, tienen la responsabilidad de “asistir en determinar sus opciones legales y buscar maneras para que puedan recibir amparos discrecionales a los que los inmigrantes pueden ser elegibles. También, dependiendo del caso, ayudarlos a definir sus deportaciones y obtener estatus migratorio en Estados Unidos, a discreción de oficina de inmigración o con jueces”.
El abogado mencionó que lo importante es mantener la calma y evitar caer en la desesperación ante una orden de deportación. Resaltó que es fundamental obtener la opinión legal de al menos dos abogados de inmigración, y evitar confiar en tramitadores o paralegales no autorizados. Este consejo es determinante, ya que evaluar objetivamente las opciones disponibles es imprescindible ante situaciones tan críticas. Además, instó a no perder la fe hacia un futuro más prometedor en Estados Unidos.
Muy a pesar de esta medida, la percepción de los venezolanos sobre Estados Unidos como un país que ofrece oportunidades a los inmigrantes se mantiene. Según Reyes, no se ha notado un impacto negativo.“Muchos miembros de la comunidad venezolana (no todos) están de acuerdo con la medida y la aplauden. Aparentemente, la percepción es que muchos de los venezolanos que serán deportados a Venezuela son en su mayoría malhechores o personas que han causado problemas, que han traído una percepción negativa a la comunidad venezolana en Estados Unidos. Por lo tanto muchos venezolanos en el exilio celebran la medida”, puntualizó.