Benjamin Netanyahu ya tomó la decisión de atacar a Hamas en la Franja de Gaza, pero enfrenta cuatro dilemas que todavía condicionan su ofensiva bélica destinada a exterminar a la organización terrorista. Los interrogantes del premier israelí se vinculan al papel de Irán en el conflicto, a la compleja evacuación de un millón de palestinos que escapan de la inminente guerra y a la respuesta bélica de Hamas ante una ofensiva que será inédita y exorbitante, así lo reseñó INFOBAE.
El gabinete de guerra israelí ya tiene alistados a 300.000 soldados en las cercanías de Gaza y cuenta con el respaldo de los Estados Unidos para mantener a tope sus pertrechos y actualizados sus informes de inteligencia. Pero en la dinámica del tablero bélico aparecen cuatro circunstancias clave que condicionan la coyuntura y plantean un desafío futuro a Israel y al balance de poder en Medio Oriente.
1. Irán
l régimen de los ayatollahs apoya la ofensiva de Hamas contra Israel e influye en las posiciones de política exterior del Líbano, Irak y Afganistán, mientras que puede plantear objeciones a la agenda regional de Arabia Saudita y Qatar. Irán además articula su táctica en Medio Oriente con China y Rusia, que enfrentados a Estados Unidos utiliza la crisis en Gaza para desgastar a la administración de Joe Biden.
Teherán concedió a Hamas apoyo financiero, logístico y de inteligencia y apoyará su resistencia en Gaza cuando las tropas israelíes hayan desembarcado. Eso significa que Líbano abriría un segundo frente de conflicto en su borde sur, a través de la participación activa de Hezbollah y sus milicias terroristas.
Dos frentes abiertos, e Irán en el medio. Un problema sin resolución inmediata que se puede agravar si los terroristas de la región consideran que inició un nuevo capítulo de la Yihad Islámica y se mueven hacia el Líbano y la Franja para sumarse al aparato bélico de Hamas.
2. La evacuación de civiles en Gaza
El gabinete de guerra de Israel otorga al norte de la Franja un peso táctico en su plan de batalla, y Netanyahu y sus aliados de la oposición pretenden evitar un daño colateral importante vinculado a los civiles que aún permanecen en el futuro campo de batalla. Desde esta perspectiva, en combinación con Naciones Unidas, instaron a la evacuación de un millón de palestino que debían moverse de norte a sur de la Franja.
Israel concedió un plazo de 24 horas para coronar la evacuación y luego extendió ese ultimátum a otras 24 horas, a la espera de cerrar un desplazamiento masivo en condiciones extremas de seguridad y de ausencia de luz, agua, asistencia sanitaria y comida.
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