El expresidente estadounidense Donald Trump asistió nuevamente este martes a las audiencias de juicio civil por presuntos fraudes financieros, en un ir y venir entre atriles electorales y salas de tribunales.
Trump, de 77 años, habló con los periodistas al llegar a la sala del tribunal de Manhattan y atacó a la fiscal general de Nueva York, Letitia James, quien presentó el caso de fraude civil en su contra, al magistrado que preside el juicio y al presidente demócrata Joe Biden.
“Esta es una caza de brujas por parte de una fiscal general lunática radical. Y es muy injusto”, dijo Trump.
“Este es un juicio amañado”, agregó el exmandatario (2017-2021) al señalar que lo preside un “juez demócrata” que es de visión “muy liberal”.
Trump, favorito para la nominación presidencial del Partido Republicano para las elecciones de 2024, también afirmó, falsamente, que el juez federal que presidirá su juicio en Washington por conspirar para anular las elecciones estadounidenses de 2020 le había quitado su “derecho a hablar”.
“Me han quitado la palabra. Soy un candidato que se presenta a las elecciones y no se me permite hablar” dijo.
“Todo esto es un montaje que sale del Departamento de Justicia”, afirmó el magnate. “Está todo montado por Biden y sus matones de los que está rodeado para intentar colarle una victoria electoral que no tiene derecho a ganar”, enfatizó.
La jueza Tanya Chutkan no le retiró el lunes a Trump su “derecho a hablar”. En cambio, le ordenó que no atacara públicamente a los fiscales, al personal del tribunal o a posibles testigos antes del juicio que está previsto que comience en marzo de 2024.
El fallo de Chutkan se produjo después de que el fiscal especial Jack Smith, un blanco frecuente de Trump, presentara una moción alegando que la retórica incendiaria del magnate inmobiliario amenazaba con socavar su juicio por subversión electoral.
El juez Arthur Engoron, que supervisa el juicio por fraude civil, también impuso una orden de silencio limitada al expresidente este mes después de que insultara a un secretario judicial en una publicación en redes sociales.
Engoron prohibió a “todas las partes publicar, enviar correos electrónicos o hablar públicamente” sobre el personal de su tribunal.
Sanciones millonarias
Este martes, Trump se sentó entre sus abogados para escuchar, en la duodécima jornada del juicio por fraude, el testimonio de una de las contables de la Organización Trump, Donna Kidder, seguido del de Doug Larson, exdirectivo de la inmobiliaria Cushman & Wakefield.
En este juicio civil, la Fiscalía acusa al republicano y a dos de sus hijos, Eric y Donald Jr, de haber sobrevalorado en cientos de millones de dólares sus campos de golf, residencias y rascacielos neoyorquinos en la década de 2010 para obtener préstamos más ventajosos de los bancos, algo que él niega.
“Construimos una gran empresa, un montón de dinero, un montón de grandes activos y algunos de los mejores bienes inmuebles del mundo”, dijo Trump.
Durante su testimonio, Larson confirmó que en 2015 había estimado el valor de 40 Wall Street, un rascacielos de 72 plantas en el distrito financiero de Manhattan, en 540 millones de dólares. Y no en 735 millones, el valor que finalmente mantuvo el grupo Trump en sus estados financieros.
El exmandatario se juega mucho en este juicio civil, que amenaza con costarle el control de su imperio empresarial, además de sanciones económicas de hasta 250 millones de dólares.
Fraudes demostrados
Incluso antes de la apertura del juicio, el juez Engoron dictaminó que se había demostrado la existencia de fraude reiterado y que los activos se habían sobrevalorado entre 812 millones y 2.200 millones de dólares anuales entre 2014 y 2021.
Como consecuencia, ordenó la confiscación y liquidación de empresas que podrían llevar al desmantelamiento del imperio inmobiliario de Donald Trump, pero su aplicación fue suspendida en apelación.
El regreso de Trump a la sala judicial el martes había generado previsiones de un duelo explosivo con su antiguo abogado convertido en su enemigo jurado, Michael Cohen. Pero el testimonio de Cohen fue aplazado por razones médicas.
También se espera que Trump acuda a las audiencias del miércoles y el jueves, después de dos mítines el lunes en el estado de Iowa, en una carrera para ganar las primarias republicanas, de las que es favorito en las encuestas.
En total, cuatro procesos penales esperan al republicano, entre ellos, uno al ser señalado por sus intentos de revertir los resultados de 2020, que se abrirá el 4 de marzo en un tribunal federal de Washington. AFP