La sección alemana de la oenegé Amnistía Internacional (AI) criticó hoy la prohibición generalizada de protestas contra el bombardeo israelí de la Franja de Gaza, que calificó de “cuestionable” desde el punto de vista de los derechos humanos.
La libertad de reunión es un derecho de todos independientemente de sus opiniones políticas, afirmó AI en una publicación en sus redes sociales.
La policía puede excluir de las protestas a las personas que hayan cometido, por ejemplo, delitos de incitación al odio o a la violencia, pero esto “no justifica una prohibición generalizada de manifestaciones”, continuó.
“Las informaciones sobre violencia policial, cientos de detenciones, también de menores, y la multiplicación de controles sin motivo de personas leídas como árabes o musulmanas es preocupante”, concluyó la oenegé.
Desde el ataque del grupo islamista Hamás contra el sur de Israel, el pasado 7 de octubre, las autoridades de la ciudad-estado de Berlín, al igual que las de muchas otras ciudades alemanas, han prohibido todas las manifestaciones de oposición a la contraofensiva israelí, con la justificación de que podrían emplearse para cometer delitos.
Así, el pasado 13 de octubre se prohibió incluso una convocatoria bajo el lema “Berlineses judíos contra la violencia en Oriente Medio”, mientras que este miércoles se desautorizó un llamamiento de “Jóvenes contra el Racismo”.
A pesar de las prohibiciones, el pasado fin de semana hasta un millar de manifestantes se reunieron en el centro de la capital alemana, antes de ser dispersados por la policía, que detuvo a 127 personas.
Tras conocerse el ataque contra un hospital en Gaza en el que pueden haber muerto más de 500 civiles, anoche se produjeron disturbios en el distrito de Neukölln, de fuerte presencia árabe, donde algunos jóvenes levantaron barricadas y se enfrentaron con la policía.
Según esta institución, 20 agentes resultaron heridos y se efectuaron 39 detenciones.
Después, de madrugada, dos desconocidos lanzaron sendos cócteles molotov contra un complejo judío en el centro de Berlín, sin llegar a causar daños en las instalaciones, que albergan una sinagoga y una escuela talmúdica.
EFE